Revista Coaching

¿Cómo deben ser los líderes? … y cómo son algunos.

Por Empresadehoy

Los estantes de las librerías están llenos de volúmenes que hablan sobre Dirección y Liderazgo, y en cada ciudad se imparten seminarios sobre esta temática durante la semana e incluso en los fines de semana.

Por otro lado, si se lleva a cabo cualquier estudio, revelará este el puñado de cualidades, habilidades, comportamientos y actitudes que una mayoría aplastante busca en un líder.

Con todo, se considera que hay una falta de líderes de la calidad suficiente. ¿Por qué?

Si repasan algunos de los informes de los estudios a los que antes he hecho referencia, las cualidades de un líder admirado - la clase de persona con la cual la gente quiere trabajar - verá coincidencias en que el líder debe tener una visión clara del futuro, el líder debe tener valores explícitos y vivirlos con palabras y hechos, y en que el líder debe inspirar constantemente con comunicaciones excelentes para ayudar a otros a compartir la visión y poder creer en ella para que sea digna de sus esfuerzos.

Coincidirán también en que el líder debe tener una creencia fuerte en el valor y el potencial de cada persona con la que trabaja y demostrarle esa confianza. En que el líder no tiene que saber hacer cada una de las tareas, pero debe hacer la suya muy bien y acudir a la formación y mejora personal continua y en que su actitud debe ser altamente contagiosa. El líder debe fijar el tono para todos. Debe ser optimista, en medio de la realidad.

No parece que hay nada revolucionario en estas coincidencias. Estas son las características sólidas en la que la mayoría de los colaboradores coinciden con facilidad. Sí puede haber tipos especiales de líderes en ciertas situaciones que piden rasgos adicionales, pero en general esta lista cubre perfectamente las características básicas.

Lamentablemente, cuando a los encuestados se les pregunta si trabajan actualmente con el líder que quieren contestan no o lo dudan. Esta respuesta es la diferencia entre ver que el líder conoce estas cualidades necesarias y la forma en que las demuestra en su quehacer diario. Es, frecuentemente, algo bastante diferente.

Para ser un líder con todas estas características comentadas ha de aceptar la responsabilidad total de sus acciones, comportamientos, y actitudes. Debe “llevar el ejemplo” y eso es un trabajo muy exigente, que pocos líderes están dispuestos a acometer. Las respuestas por parte de los líderes podrían ser “no tengo bastante tiempo” o “puede que con ello me juegue mi puesto” o “yo no necesite todo eso y todo el mundo hace lo que yo digo”

¿Suenan estas respuestas familiares?

Creemos que el motivo real es simplemente que están poco dispuestos a hacer el duro trabajo personal necesario para obtener y mantener estos rasgos.

Exige la situación pues que emprendan un cierto examen de conciencia serio, para nuevos niveles de crecimiento y para ser un líder fuerte. Modelar sus maneras y esforzarse en serio para ser un ejemplo.

El no poder reconocer y responder a este imperativo, puede tener consecuencias nefastas dentro de la empresa, porque la gente lo seguirá a desgana y sin el estímulo necesario para hacer lo mejor posible su trabajo.

Y, es que, si los líderes carecen de una comprensión profunda de sí mismos, limitan la creatividad, la motivación y el éxito de su gente.

Alberto Aguelo Monreal
Ingeniero Industrial
Empresa de Hoy


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