Es hora de analizar la temporada que acaba de concluir y comenzar a reflexionar sobre la próxima planificación deportiva del Sevilla. El ciclo de Monchi al frente de la dirección deportiva ya es historia y ahora el máximo responsable es Óscar Arias. ¿Cómo debería ser la planificación del Sevilla para la temporada 2017/2018?
Pese a no haber conquistado ningún título esta temporada, los sevillistas podemos sentirnos orgullosos de la campaña que ha hecho nuestro equipo. El conjunto dirigido por Jorge Sampaoli nos hizo soñar de lo lindo durante gran parte de la temporada, luchando por el título junto a los dos gigantes de nuestro de fútbol, aunque finalmente, los nervionenses terminaron desinflándose en el último tercio del campeonato (eliminación de Champions incluida). Aún así, lo cierto es que aquel sueño fue maravilloso mientras duró...
Cabría recordar que la última vez que el Sevilla luchó seriamente por ganar la Liga fue en 2007, hace ya una década, en aquella famosa temporada en la que Iturralde González se encargó de enterrar las ilusiones sevillistas con su imperdonable arbitraje en Mallorca en la penúltima jornada, en la que el Sevilla se habría colocado líder a falta de una sola jornada en caso de haber vencido.
Ilusiones aparte, la clasificación para la disputa de la Champions League (a falta de jugar la previa) por tercera vez consecutiva no es, al menos históricamente, algo a lo que esté acostumbrado el sevillismo. Resulta una magnífica noticia, pues no es ningún secreto que para instalarse en la élite del fútbol europeo, títulos aparte, hay que estar ahí año tras año, donde están los mejores, en la máxima competición continental. Además, la consolidación del Sevilla en la Champions League trae consigo ingresos económicos vitales e importantísimos para el club a estos niveles deportivos.
Recién concluida la temporada, toca reinventarse por enésima vez y comenzar a pensar con detenimiento en la próxima campaña. Por el bien de la entidad, esperemos que el próximo verano no sea igual de convulso que el pasado, con la inesperada salida de Unai Emery, los constantes rumores sobre la marcha de Monchi y las dolorosas salidas de futbolistas de la talla de Gameiro, Krychowiak, Banega, Reyes o Coke.
Suele decirse que cuando algo funciona no se debe modificar nada. Pues bien, el Sevilla y su modelo deportivo de los últimos años parece estar empeñado en desmentir dicha afirmación. Aún habiendo sido capaz de conquistar hasta tres trofeos de la Europa League de manera consecutiva y conseguir clasificarse para la Champions League en las dos últimas campañas, la plantilla ha sido remodelada profundamente temporada tras temporada.
A día de hoy, todo ha parecido venir rodado para el club aunque lógicamente, esta política conlleva ciertos riesgos. No siempre se acierta de pleno con los fichajes y el rendimiento de éstos suelen requerir un periodo de adaptación, que en algunos futbolistas puede alargarse hasta prácticamente el término de la temporada. Por otro lado, una plantilla renovada necesita tiempo para cohesionarse y adquirir los automatismos del nuevo técnico para poder reflejar sobre el terreno de juego la filosofía de éste.
Ahora, entraremos en materia. En cuanto a la planificación, lo primero que debería resolver el Sevilla, lógicamente, es la llegada del entrenador para que éste trabaje codo con codo con el nuevo director deportivo, Óscar Arias, y su equipo de trabajo. Cuanto antes se cierre la contratación del técnico, más pronto se comenzará a gestionar las entradas y salidas de futbolistas. La llegada de Eduardo Berizzo parece cuestión de días pero... ¿se ajusta su perfil al entrenador idóneo para el Sevilla de la temporada 2017/2018?
El nuevo técnico debería poseer una mentalidad ofensiva y ambiciosa, algo en lo que parece encajar a la perfección Eduardo Berizzo. Así se apostaría por darle cierta continuidad al trabajo realizado por Jorge Sampaoli en la última campaña. También sería muy beneficioso para el Sevilla (esto sí que nos genera algunas dudas) que el nuevo entrenador no considerara al club nervionense un trampolín en su carrera profesional y que por tanto, no solo pensara a corto plazo, independientemente de que el contrato firmado sea o no por una sola temporada.
En cuanto al capítulo de las entradas y salidas en la plantilla, hay varios futbolistas que ya se encuentran en la rampa de salida y otros que, previsiblemente, saldrán este verano. Además, como viene siendo habitual en los últimos años, el Sevilla, muy probablemente, volverá a ingresar una cantidad razonable de dinero por traspasar a alguna de sus estrellas ( Vitolo y N´Zonzi parecen tener todas las papeletas para ser los próximos traspasos multimillonarios). No obstante, el club haría bien en retener a la columna vertebral del equipo y si se produjera algún traspaso de un jugador importante para el equipo debería ser por el importe que figure en su claúsula de rescisión.
Recapitulando, lo idóneo sería que las salidas deberían ser únicamente las estrictamente necesarias y que el Sevilla fuera capaz de conformar una plantilla amplia, siempre bajo la premisa de contar con dos futbolistas por puesto (aquellas magníficas plantillas en la época de Juande Ramos...) y que pueda competir con solvencia en los distintos frentes que tendrá que afrontar el equipo a lo largo de una temporada muy exigente.
Por tanto, en la medida de lo posible, el club nervionense debería evitar a toda costa una nueva revolución. En cuanto a las llegadas, parece claro que a priori, el club debería reforzar prácticamente todas las áreas,exceptuando la portería, donde con Sergio Rico, David Soria, Caro y Soriano pensamos que está perfectamente cubierta (Grave error el fichaje de Sirigu)...
El descenso de rendimiento que ha sufrido el Sevilla en el último tercio de la temporada quizás se podría haber evitado si se hubiese contado con un buen "fondo de armario" en la plantilla.
A priori, se antoja fundamental la llegada de un par de centrales (Pareja parece haber pasado su mejor momento y Carriço tiende a alargar demasiado sus problemas físicos), también la de dos laterales que sean capaces de competir con Mariano y Sergio Escudero, un par de centrocampistas de distinto corte y un auténtico " killer" para la parcela ofensiva.
En cuanto a la política económica del club, no sería mala idea intentar reducir la partida de fichajes (ya se hizo un gran desembolso el pasado verano) y así poder destinar más recursos para intentar convencer a los que puedan pretender marcharse y a los que podrían llegar (dejar escapar a Jovetic sería una auténtica pena).
Por último y no por ello menos importante, el Sevilla debería de dejar de buscar fuera lo que podría tener en su propia casa, pues en los últimos años ha sido una constante el apenas contar con la cantera.
Existe una magnífica generación de canteranos dispuestos a dar el salto al primer equipo cuando se les necesite. No hay nada mejor que contar con futbolistas que sientan los colores, que transmitan a sus compañeros foráneos ese sentimiento y que contagien de sevillismo a toda una plantilla. Para colmo, la temporada del Sevilla Atlético ha sido sobresaliente y desaprovechar la fortuna de ser el único equipo de España con un filial en la categoría de plata es algo que, sin duda, sería un tremendo error.
¿Acaso los prometedores Ivi, Matos, Marc Gual, David Carmona, José Antonio Caro, Diego González, Fede, Borjita Lasso, Carlos Fernández, Bernardo Cruz, José María Amo y un largo etc... no tendrían sitio en muchos equipos de primera división?
La cantera del Sevilla es una de las mejores, si no la mejor, de todo el pais y en los últimos meses anda reclamando, a gritos, más protagonismo en el primer equipo. Creemos que en este tema, hay un claro consenso entre el sevillismo. Ha llegado el momento de confiar nuevamente en la cantera...