"Están locos esos rumanos" y es que el nuevo código civil de Rumanía les va a prohibir que bautice a sus hijos con nombres tan propios y adecuados como: Paracetamol, Semáforo, Doctor o Mariano Monamour.
Según el 'Anuario', en 2010 existían en el país balcánico 611 Toronegro ('Bounegru'), 581 Muerto ('Mortu'), tres Cojón ('Coi'), un Tonto ('Prostu'), algún Culo ('Curu') y algún Agrio ('Acru').
Más solemnes y graves son los nombres dedicados a las instituciones
del Estado y los profesionales que hacen mejor la vida de los
ciudadanos.
Destacan Justicia ('Justitia'), Policía ('Politia') o Gendarmería ('Jandarmeria'), que como Bombero ('Pompierul') o Ambulancia
('Ambulanta') pueden marcar la vocación profesional del niño, además de
homenajear a los pilares de la sociedad. Y si de encarrilar al niño a
hacer carrera se trata, qué mejor que ponerle Presidente (22 casos) o Ministro.
Hay que ver, no solo salen a la calle con chandal y zapatos, también son capaces de martirizar a sus hijos de por vida.
Y aquí se quejaba Dolores Fuertes de Barriga de su nombre.
Cyprian Andrei Marica jugador rumano del Stuttgart