Revista Coaching

Cómo decidir entre tu trabajo actual y la oferta que te acaban de hacer.

Por Iñaki González @goroji

Hace ya un tiempo que el amigo Mañez nos propuso un link para provocarnos una entrada de blog, y aunque inmediatamente lo guardé en mi carpeta de borradores, no ha sido hasta ahora, que he podido sacar el tiempo y la paz de espíritu necesarios para desarrollarla.

Lo de tiempo y paz de espíritu necesarios es, como siempre, relativo, y es que esos dos factores no siempre dependen de uno mismo, por mucho que intentemos centrar el tiro y alejarnos de "inconvenientes", "imprevistos" e "incompetentes" que intentan arrastrarte a su caos diario... aunque esto daría para otro post, y no estamos como para desperdiciar temas, jejeje...

Lo dicho, qué pasa si tienes un trabajo actual (que no te satisface o sí) y te ofrecen otro trabajo que profesionalmente puede ser la gran oportunidad que estabas esperando pero tiene "peros" en el ámbito familiar por cuestión de distancias o desplazamientos.

La difícil combinación entre vida profesional y vida familiar ... y la importancia de no cometer un error que tire por tierra proyectos personales y profesionales que has construido con sangre, sudor y lagrimas a lo largo de los años.

¿Hacemos caso a nuestro corazón o tomamos las decisiones con el cerebro?

Pues gracias a este artículo en cuestión, hemos descubierto una herramienta que nos puede ayudar a cuantificar y visualizar los pros y los contras de diversas opciones que se nos presentan sobre la mesa, teniendo en consideración el impacto que cada uno de ellos tendría tanto a nivel "corazón" como a nivel "cerebral".

Como podéis ver, el ejemplo que se muestra es el de un médico de prestigio en su centro de trabajo al que le ofrecen la oportunidad de acceder a puestos directivos en otro hospital cercano, aunque puede ser perfectamente trasladable al resto de profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, administrativos...) y a otros sectores que no sean sanitarios también.

Lo primero que tenemos que hacer es valorar del 1 al 5 la importancia relativa que tiene para nosotros cada uno de los aspectos a valorar: en el lado racional aspectos como salario, posición, recursos disponibles; en el lado del corazón otros como flexibilidad, familia, amigos, imagen profesional. Posteriormente, valorar cómo mejoraría dicho factor de decisión en cada una de las opciones: el trabajo actual y la nueva oferta, por ejemplo, si valoramos "Oportunidades de liderazgo" como algo muy importante para nosotros, tendremos que ver las posibilidades de llevarlo a cabo en nuestro trabajo actual (pocas, por lo que se pondera con un 1) y en el nuevo trabajo (muchas, por lo que se pondera con un 5).

Y así sucesivamente. El resultado lo podéis ver en la siguiente imagen:

Cómo decidir entre tu trabajo actual y la oferta que te acaban de hacer.

Como comenta la autora del estudio, lo curioso es que aunque el resultado fue favorable para el trabajo actual, la realización del mismo le permitió ver cómo las opciones peor valoradas, podrían ser mejoradas con el paso del tiempo, por lo que aunque a corto plazo la opción "trabajo actual" gana, a medio y largo plazo, incrementaba sus opciones el "nuevo trabajo".

La cuestión es tenemos que ser capaces de utilizar herramientas que materialicen cuestiones que muchas veces sólo están en nuestras cabezas y sobre las que es más complicado tomar decisiones en estado "gaseoso" pero que bajadas al mundo terrenal es más fácil manejar.

¡Espero que os sea de utilidad!

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