Revista Economía

Cómo Declararse Insolvente en España: Guía Completa para Empresas 2023

Publicado el 06 diciembre 2023 por Código Con Sentido @codigocnsentido

En estos tiempos, las deudas empresariales cada vez son más comunes. El endeudamiento puede llevar a una situación en la que la empresa no pueda efectuar sus pagos, resultando en la acumulación de deudas. En este caso, una solución para las empresas es declararse insolvente, demostrando que no pueden hacer frente a las obligaciones. 

Este proceso puede salvar a la compañía de la quiebra o permitirte empezar de cero; sin embargo, tiene consecuencias y se debe hacer de acuerdo a la ley. Vamos a ver en qué consiste. 

¿Qué es declararse insolvente?

¿Qué es declararse insolvente?

La insolvencia empresarial es un estado patrimonial que define la incapacidad de una empresa de hacer frente a sus obligaciones de pago, incluyendo las obligaciones actuales con acreedores y proveedores y las obligaciones futuras. En resumen, si eres insolvente, no serás capaz de pagar las deudas. 

Tipos de insolvencia

Dependiendo de la naturaleza de la misma, hay varios tipos de insolvencia, que también marcan los requisitos para declararse insolvente (siempre que se pueda probar):

  • Actual: se refiere a la situación en la que las obligaciones de pago no pueden ser cumplidas en el momento presente. Hay dos tipos:
    • Provisional: ocurre cuando la empresa tiene activos patrimoniales no líquidos o ingresos futuros, pero tiene problemas de liquidez temporal. También se considera provisional si se llegan a aplazamientos y condonaciones de la deuda. 
    • Definitiva: se da cuando la empresa no tiene activos para pagar a corto, medio y largo plazo. En estos casos, se da un patrimonio neto negativo. 
  • Inminente: se da cuando se prevé que no se cumplirán con los pagos en el futuro, aunque se estén cumpliendo en la actualidad. 

Cómo declararse insolvente

Para declararse insolvente, hay que realizar un análisis económico y financiero que compruebe si la empresa es salvable o irá a la quiebra. Todo esto será comprobado por los juzgados mercantiles en el concurso. 

Es importante, antes de ir al juzgado, seguir una serie de pasos, con el fin de resolver la situación lo antes posible. Vamos a verlos todos:

Determinar el tipo de insolvencia

El primer paso es detectar el tipo de insolvencia a tiempo, es decir, controlar las cuentas de la compañía para ver qué está ocurriendo. Así podrás ver si es algo provisional, inminente o definitivo. Haz una lista de tus obligaciones, ingresos y patrimonio actual. 

En este caso, lo aconsejable es prevenir y reaccionar antes de que ocurra lo peor, justamente cuando empiecen a acumularse obligaciones sin pagar. 

Establecer medidas correctoras

Una vez que se detecte la insolvencia, es necesario establecer medidas correctoras. Esto incluye planes de viabilidad y un plan de reestructuración, que reduzca gastos y busque salir de la situación de insolvencia. 

Es crucial en este punto realizar un análisis detallado de las debilidades de la empresa, ya que entender estos aspectos puede ser clave para desarrollar estrategias efectivas que aborden las raíces de la falta de liquidez.

Alcanzar acuerdos extrajudiciales y de refinanciación

El siguiente paso es declararte insolvente ante los acreedores, es decir, comunicarles la falta de liquidez para ver si se pueden conseguir acuerdos sin ir al juzgado.

En este caso, se puede conseguir un acuerdo para refinanciar la deuda o transaccional, con quitas de deuda o esperas. 

Ir a concurso de acreedores

El último paso de la insolvencia es ir a concurso de acreedores. Para hacerlo, hay que acudir al Juzgado Mercantil, el cual puede ser voluntario (iniciado por la empresa) o necesario (iniciado por los acreedores). 

Una vez que conozcas la insolvencia, tienes dos meses de plazo para iniciar la declaración del concurso. Su utilidad es resolver la situación de insolvencia y falta de liquidez de la compañía. El empresario debe demostrar la insolvencia, aportando el listado de acreedores, inventarios con bienes y derechos y una memoria económica y jurídica. 

Mientras se realiza el concurso, se nombra a un administrador para gestionar la compañía. En el mejor de los casos, buscará salir de la situación y que la empresa continúe. En el peor de los casos, el concurso sirve para liquidar el patrimonio y cerrar la empresa con deudas, ya que no se puede liquidar hasta terminar. 

Las primeras deudas en abonarse son las de los empleados y después las deudas a la Seguridad Social. En algunos casos, podrían darse quitas de deuda ante la liquidación. Siempre se responderá con el patrimonio de la empresa al ser una persona jurídica, dejando el patrimonio personal del socio al margen. 

Consecuencias de declararse insolvente en España

Consecuencias de declararse insolvente

La insolvencia en las empresas tiene una serie de ventajas, como tener un mayor plazo para devolver la deuda y paralizar los intereses mientras se realiza el concurso de acreedores. Sin embargo, también tiene desventajas. 

La primera es la pérdida de imagen y credibilidad, teniendo problemas de financiación y problemas con los proveedores. Además, todo esto queda registrado y publicado, algo que dañará la reputación del administrador y de la compañía permanentemente. 

Además, la empresa será administrada por un tercero, dejando al propietario de la misma sin control hasta que termine el concurso. Asimismo, los concursos tienen un coste y se pueden alargar en el tiempo, así que es mejor dejar esta situación como último recurso. 

Preguntas frecuentes

Vamos a resolver algunas preguntas frecuentes sobre el tema:

¿Se puede saber si una empresa es insolvente?

Sí, se puede conocer a través de un análisis financiero y económico, tanto interno como externo. Además, se pueden consultar ficheros de morosidad para comprobar la solvencia. 

¿Hay responsabilidad de los administradores en la declaración de insolvencia de una empresa?

Sí, en el caso de las deudas con Hacienda, responderá con su patrimonio debido a la derivación de responsabilidad. Ocurre lo mismo si ha habido situaciones irregulares y quebranto de la buena fe. 

Además, artículo 367 de la Ley de Sociedades de Capital indica que debes seguir los canales anteriormente mencionados, incluyendo el concurso de acreedores. Si no se hace, se te podría obligar a responder solidariamente con tu patrimonio personal. 

¿Puede declararse insolvente un autónomo?

Sí, una persona física, es decir, un autónomo, puede ser insolvente cuando no puede responder al pago de las deudas relacionadas con la actividad.

Cuando eso ocurre, tiene opciones similares a las personas jurídicas, con la opción de solicitar un concurso de acreedores voluntario. Sin embargo, la diferencia es que los autónomos tienen responsabilidad ilimitada, es decir, que deben responder con todo su patrimonio. 

En este caso, tienen la opción de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, que incluso permite declararse insolvente ante Hacienda y quitar algunas deudas para empezar de cero. 

Cómo declararse insolvente siendo autónomo

Conclusión

Declararse insolvente no es una situación fácil para empresas y autónomos. Nadie quiere fracasar en su negocio ni tener que pasar por un difícil concurso judicial. Para evitarlo, es importante llevar un control sobre los ingresos y gastos, para así hacer medidas correctivas a tiempo. 

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