Probablemente hayas pensado ya en cómo serán las invitaciones, tu vestido, el ramo, incluso el destino del viaje de novios. Pero... ¿has pensado ya en cómo será la decoración de la mesa de ceremonias o el altar de tu boda? Y es que no es un asunto menor, porque tendrá más protagonismo del que crees. Al fin y al cabo será testigo de vuestro sí, quiero y aparecerá en la mayor parte de las fotos que se hagan durante la ceremonia. Motivos más que de sobra para cuidar su decoración.
Por eso a continuación te doy algunos consejos para decorar con acierto la mesa de ceremonias o altar de tu boda.
Si es una ceremonia religiosa, tendrás poco margen de maniobra, porque la disposición no se puede cambiar y la decoración que tú puedas elegir se limitará a la floral y a la del pasillo nupcial. Si se trata de una ceremonia civil o simbólica tendrás más facilidades a la hora de elegir la mesa (o mesas), su colocación, la disposición de vuestros asientos y las de los testigos, la decoración...
En caso de que sea civil y se lleve a cabo en dependencias oficiales, tampoco tendrás muchas posibilidades elegir la disposición y la decoración, así que tenlo en cuenta antes de dejar volar la imaginación.
En bodas religiosas o en dependencias oficiales mi consejo es que consultes qué posibilidades tienes para personalizar la decoración.
Puedes colocar las sillas de tal forma que vosotros deis la espalda a los invitados y estéis de frente al maestro de ceremonias.
Otra opción es situaros de frente a los invitados. En ese caso convendría que tanto la mesa de ceremonias como vuestros asientos estuviesen en ángulo para que haya contacto visual entre vosotros, los invitados y el oficiante.
Si queréis que el oficiante esté fuera de la mesa, sería conveniente que tuvieses previsto un atril para que pueda colocar la carpeta con su guion y el micrófono.
Si va a haber invitados que lean textos, debes plantearte también si estos se situarán detrás del altar o del atril.
En caso de que vayas a hacer una ceremonia simbólica o quieras que las actas se firmen en otro lugar para darle protagonismo a la decoración de la mesa principal, puedes colocar una mesa auxiliar.
No debería ser ni muy alta ni muy baja, lo ideal sería que le llegue a la altura de la cadera al oficiante.
Si la mesa no tiene valor decorativo por sí misma, es necesario vestirla.
En caso de que la vayas a vestir, mi consejo es que no parezca que se ha cubierto con un mantel de los que se usarán durante la recepción. Incluso si se usa uno de esos manteles, puedes colocar un tejido o camino de mesa que lo decore o algún detalle que elimine el aire gastronómico del mantel.
El tejido con el que se cubra la mesa de ceremonias debe estar impoluto y muy bien planchado.
El exceso decorativo impedirá que la atención se centre en lo realmente importante: vosotros y vuestro sí, quiero.
Si vas a colocar un arco decorativo o un fondo contundente, la mesa de ceremonias debería ser más sencilla para equilibrar el resultado final.
Los objetos decorativos no tienen por qué estar únicamente sobre la mesa, pueden estar dispuestos también en el suelo.
Tan importante como la mesa son los asientos en las que os sentéis vosotros y los testigos. Éstas deben tener un diseño que encaje con la mesa y con el resto de la decoración del espacio de la ceremonia.
Si vas a integrar velas en la decoración, éstas únicamente tienen sentido si la boda es al atardecer. Si se encienden con luz natural no se apreciarán y no tendrán ninguna utilidad.
¿Ya tienes pensado cómo será la mesa de ceremonias o el altar de tu boda?
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