1. Figuras hechas a mano
Ésta es una forma muy económica de decorar una pared y para llevarlo a cabo, no hace falta ser un Picasso. Con pintar figuras sencillas relacionadas con la decoración de la habitación, es suficiente para darle un toque creativo y divertido. Pueden ser cuadrados, espirales, líneas paralelas... lo que más os inspire.
Yo me decidí por los círculos. Os cuento: Cuando me compré la casa, andaba un poco escasa de presupuesto y en espera de tiempos mejores, se me ocurrió pintar unos círculos verdes en el dormitorio, uno bastante grande junto a otro más pequeño, a juego con los motivos de las cortinas. Pensé que por intentarlo, no tenía nada que perder. Como mis paredes son blancas, si no me gustaba el resultado, como mucho tendría que volver a pintar ese trozo de blanco y asunto resuelto.
Así que me puse manos a la obra con un procedimiento muy sencillo. Éstas fueron mis "herramientas":
- una chincheta
- una regla
- un lápiz
- una goma de borrar
- un trozo de cuerda fina
- un bote de pintura
- una brocha fina
- Ata el lápiz a un extremo de la cuerda
- Sujeta el otro extremo de la cuerda a la pared con la chincheta
- Estira la cuerda y a modo de compás, haz un círculo grande con el lápiz
- Recoge un poco de cuerda y haz otro círculo más pequeño por dentro del grande
- Mide con la regla en varios puntos para comprobar que el espacio entre los dos círculos mide siempre lo mismo y rectifica donde sea necesario a lápiz
- Pinta el espacio entre los dos círculos y deja secar
- Borra con suavidad la marca del lápiz
Diseño de los círculos...
Para que no quedara muy soso un solo círculo en la pared, le puse otro más pequeño al lado, siguiendo el mismo método del compás.
.... a juego con las cortinas
Lamentablemente, he pintado la casa un par de veces desde entonces y no guardo ninguna foto (en aquellos tiempos ni se me pasó por la cabeza lo de hacer un blog). Pero os dejo un dibujo y una foto de las cortinas con las que hacía juego, por si le sirve de inspiración a alguien. Por mi parte, os puedo decir que quedó muy original y vistoso.
2. Cenefas
Ahora bien, si preferís una decoración un poco más elaborada, existe una forma sencilla y barata de darle un aire nuevo a esa habitación aburrida: las cenefas. Aunque son típicas de habitaciones infantiles, las hay de muchos estilos. Con un poco de imaginación, las cenefas se convierten en un elemento coqueto y son muy versátiles, porque se pueden colocar en cualquier lugar. A mí me gusta a un tercio de la altura de la pared. Así se divide el espacio visualmente y se puede pintar la parte superior de la pared de un color y la parte inferior de otro; o se puede combinar la parte de arriba pintada en liso con un bonito papel estampado/ a rayas en la parte de abajo.
Aquí podéis ver unos ejemplos: http://interiorismos.com/cenefas-de-papel-pintado/
3. Trampantojos
En último lugar, en un nivel más profesional, existe una técnica que me encanta, aunque no he tenido ocasión de plasmarla en casa. Me refiero a los “trampantojos”...
Literalmente, viene de "trampa ante ojo" y se basa en un engaño a la vista. Se trata de pinturas murales destinadas a crear un efecto óptico, haciéndonos creer que el fondo traspasa los límites de la pared y va más allá. Esto se consigue jugando con elementos como la pespectiva, las sombras... y por supuesto, con mucha imaginación. Al parecer, no es una técnica nueva: en el Renacimiento ya era muy popular entre los pintores italianos.
Los más comunes son puertas o ventanas que hacen creer que hay un mundo detrás, pero si ponéis "trampantojo" en cualquier buscador, os aparecerán infinidad de fotos que os dejarán boquiabiertos, tanto en interior como en la calle. Yo os dejo ésta que me han pasado por Twitter, por si os animáis a hacer lo mismo en vuestro salon:
Ingenioso, ¿verdad?