¿Alguna vez habéis pensando en convertir vuestra cocina en una especie de bar? En este post os doy unos trucos para conseguirlo.
La forma más práctica y económica de conseguir que tu cocina parezca un bar es elegir el asiento y el elemento decorativo principal de este lugar. ¿Cuál es el asiento? Un taburete. ¿Y la decoración ? Botellas y luz de color.
Los taburetes para cocina ofrecen casi las mismas posibilidades que los destinados para bar, y las ventajas son las mismas, ya que el objetivo de estos asientos es que una persona se siente en ellos y su posición sea la más erguida al cuerpo.
Esta posición más erguida al cuerpo es la que permite comer o beber en mesas más elevadas, que son las habituales para este tipo de asientos. Algunas de las ventajas de los taburetes es que permiten sentarse sin necesidad de hacer esfuerzos ya que no hay necesidad de reclinarlo.
Hoy en día existen infinidad de taburetes bonitos para la cocina que hace que parezcan más especiales. A la hora de elegir el que más nos guste podemos empezar por el material del que están hechos, por ejemplo: metal, madera o plástico.
El modelo más elegido suele ser los taburetes metálicos, ya sea por su resistencia y porque es el mas fácil de limpiar. Admite varios modelos porque la parte del asiento se puede tapizar acorde al gusto de cada uno.
Más allá de los materiales que se pueden usar, a la hora de comprar taburetes para la cocina también se tienen en cuenta otros detalles como son el color.
Los tonos metalizados predominan en las cocinas más tecnológicas y modernas donde los electrodomésticos suelen ser de acero inoxidable.
Aportar color a cocinas blancas con el taburete es otra opción ya que hoy en día existen colores como el rojo, naranja, verde, amarillo, rosa o azul.
¿Os gusta la idea de utilizar taburetes en la cocina?