Aproximadamente, a partir del quinto mes del embarazo es cuando se empieza a preparar el dormitorio del bebé, sobre todo si se sabe el género del bebé, aunque en muchas ocasiones se piensa en una decoración aptar para todos los bebés.
Existen opciones para todos como winnie the pooth y elementos de animales, ositos y otras cosas. Sin embargo, hay otros elementos que pueden ser más indicados para niños o niñas.
A la hora de comprar elementos para la habitación, se recomienda que aunque sean bonitos favorezcan la imaginación de los pequeños pero además que sean funcionales y puedan ser utilizados la mayor parte de tiempo posible, por ejemplo cuando crezcan. No estaría de más tener algún elemento para guardar los juguetes, ropas y demás elementos.
No deben faltar la cuna, el cambiador, la bañera, los elementos de aseo y limpieza y la ropa del bebé.
Se recomienda que se adapte a la decoración todos los elementos de la habitación, desde los muebles, sábanas, mantas, edredones y cualquier elemento que componga la habitación.
Aunque lo clásico en colores de la habitación suele ser el azul para los niños y el rosa para los bebés, se puede optar por otros colores como los verdes, el beige, el lila o los que se consideren más adecuados. Lo más recomendable es utilizar colores más suaves para favorecer el descanso.
Para iluminar el cuarto, se recomienda una lámpara de media luna en la pared del cuarto y otra en el techo. Las cortinas deben prepararse para que controlen la entrada de luz natural en el cuarto.
La habitación del bebé debe estar adaptada para su mayor seguridad y confort, por lo que no debe tener elementos que quiten esa seguridad. Se recomiendan protectores de enchufes, muebles con bordes redondeados, vallas quitamiedos en ventanas, suelos antideslizantes, pinturas no tóxicas y demás medidas de seguridad para el bebé.
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