Seguro que muchos de vosotros sois habituales practicantes del cicloturismo de carretera o montaña, y s encontráis en estas fechas ante la disyuntiva de aparcar por un tiempo vuestra afición, ya sea por las inclemencias meteorológicas o por considerar que un descanso nunca viene mal al cuerpo. Incluso habrá quien decida dedicarle un poco más de tiempo a la familia, casi abandonada en las largas jornadas de verano sobre la bici.
Si somos de esos nos encontraremos en breve con la bicicleta colgada en el garaje, en espera de mejores tiempos. Pero eso no significa que debamos dejar aparcada nuestra máquina de cualquier manera. Bien al contrario, hacer una correcta planificación ahora de cómo mantener nuestra bici en las semanas o meses en que no la toquemos nos permitirá cuando volvamos a ella encontrarnos con una máquina en perfecto estado y que nos responderá correctamente. Así que allá van algunos consejos para que nuestra amada bici no sufra de más en el tiempo que pasemos separados de ella.
Lo primero será desinflar las ruedas, algo tan evidente que parece no hace falta decir. Sin embargo resulta llamativo ver la cantidad de cicloturistas que cuelgan su bici durante un par de meses con las ruedas perfectamente infladas, dejando que pierdas aire poco a poco. La opción de desinflarlas es mejor para el mantenimiento de cámaras y cubiertas.
Una buena limpieza a fondo también será ideal antes de colgar la bici. Quizás este sea el momento que tanto hemos pospuesto durante el año para limpiar nuestra bicicleta hasta en los más escondidos recovecos, eliminando suciedad y grasa que podría impedir el correcto funcionamiento de las partes móviles de la misma. Un trapo húmedo, un poco de jabón, algo de gasolina y mucha paciencia serán los únicos ingredientes que necesitaremos para realizar correctamente esta labor.
El ciclismo invernal también nos puede dar muchas satisfacciones
La gasolina nos servirá para limpiar las coronas del piñón, los platos, la cadena y los diferentes cables que recorren nuestra bici. Lo cierto es que el combustible es el mejor para realizar esta labor, y, aunque resulta al principio algo aparatoso de manejar, pronto nos seducirá con los resultados. Podemos aprovechar igualmente este parón para engrasar los diferentes elementos móviles de la bici, como la cadena, la unión del pedalier con las bielas, los cables del cambio o los frenos.
Hay que seguir unos pequeños consejos para saber aparcar la bici en invierno
Por último, se impone una revisión completa en diferentes elementos de la bicicleta. El primero será la cadena, por ser el que mayor desgaste lleva. Habrá que mirar si los eslabones siguen teniendo una distancia uniforme, y si no se han producido distensiones en la misma. Cambiar una cadena es algo que no cuesta mucho dinero, y que resulta un seguro de vida de cara a no quedarnos tirados en la nueva temporada. Igual ocurre con las zapatas del freno, que podemos observar si están demasiado desgastadas, y cambiarlas en su caso, mejorando de esta forma la capacidad de reacción de nuestra bicicleta y su seguridad. Por último podemos hacer pequeños ajustes, como cambiar la cinta del manillar si la misma se encuentra demasiado ajada por el uso, o pensar en comprarnos un nuevo sillín. Todo pensado para que cuando volvamos a coger la bici dentro de un tiempo rodemos felices el tiempo que queramos.