Lo confieso. Pertenezco a la generación marcada por la película La Princesa Prometida. Supuso para mí un antes y un después. Desde entonces, la vivencia del amor cambió totalmente para mí, sé que para muchas otras personas también.
El amor verdadero se convirtió en el ideal a conseguir, en la meta final a la que llegar.
Para celebrar el día de San Valentín, os dejo el comienzo de La Princesa Prometida.
Tantas maneras de decir Te amo...
Como desees.