Algunos
medios presentan la invasión de la OTAN y Estados Unidos contra Libia
como un movimiento social. Para quienes no saben distinguir entre una
cosa y otra, sugerimos algunas pistas:
Un movimiento social
mayoritario triunfa solo, y no necesita que una coalición imperialista
de 42 países saqueadores invada durante más de seis meses sin poder
imponerse.
Un movimiento social está integrado por personas de carne y
hueso, y no por víctimas imaginarias de supuestos bombardeos no
confirmados por los periodistas del Telesur ni por la vigilancia
satelital rusa ni por la del Pentágono.
Un movimiento social surge
espontáneamente del pueblo, y no de los planes del Pentágono de invasión
de Libia denunciados desde 2001 por el general Wesley Clark.
Un movimiento social no obtiene la protección de esa mafia de las potencias hegemónicas denominada ONU.
Un
movimiento social no está dirigido por monárquicos, terroristas
fundamentalistas, mercenarios extranjeros ni ex ministros del gobierno
al cual se opone.
Un movimiento social no es presentado por Barack
Obama como "modelo para las relaciones internacionales", ni apoyado por
el ejército de ocupación de Europa llamado OTAN.
Un movimiento social no se inaugura asesinando a su propio jefe, como hizo el CNT con su primer presidente, Abdel Younis.
Un
movimiento social no dispone de portaaviones, acorazados, bombarderos,
cohetes teledirigidos, helicópteros de combate y aviones no tripulados.
Un
movimiento social no desata contra sus compatriotas la estrategia de
bombardeo terrorista de la población civil que inauguró la Luftwaffe
nazi contra Guernika.
Un movimiento social no repite ese genocidio en 20.000 misiones aéreas contra su propio país.
Un movimiento social no bombardea sistemáticamente hospitales, acueductos, escuelas, residencias ni medios de comunicación.
Un movimiento social no secuestra a periodistas independientes ni los expulsa para impedirles testimoniar lo que ocurre.
Un
movimiento social no practica el asesinato selectivo de los dirigentes
de su país, ni fija recompensas de millón y medio de euros por sus
cabezas.
Un movimiento social no maneja bufetes, lobbys ni
influencias para que la Corte Penal Internacional dicte autos de
detención contra sus adversarios.
Un movimiento social no causa un genocidio de 60.000 víctimas entre su propio pueblo.
Un
movimiento social no tiene cómplices financistas internacionales
capaces de confiscar 270.000 millones de dólares de las reservas de su
país.
Un movimiento social no somete los recursos de su patria a la rebatiña de mandatarios y consorcios extranjeros.
Un movimiento social nunca es apoyado incondicionalmente por monopolios mediáticos y transnacionales de la información.
Un
movimiento social no dispone de camarógrafos, escenógrafos,
maquilladores, actores, vestuaristas y directores para escenificar y
grabar fraudulentamente en Qatar las victorias que todavía no ha
obtenido.
Un movimiento social no destruye y saquea las sedes diplomáticas de países amigos.
Un movimiento social no mata sistemáticamente compatriotas por tener piel oscura, como lo hacen las fuerzas de la CNT.
Un movimiento social no está dirigido por Berlusconi, Sarkozy, Cameron, Merkel y Rassmussen.
Un
movimiento social no inicia operaciones fundando un Banco Internacional
y una Compañía transnacional para entregar los recursos de su patria.
Un
movimiento social no es reconocido prematuramente como gobierno por las
potencias imperialistas sin haber ni siquiera obtenido el control del
territorio.
Más fácil que diferenciar una invasión de la OTAN de un
movimiento social es distinguir entre un bobo y un canalla. Un bobo
ignora los hechos antes señalados. Un canalla los conoce, e insiste en
que la invasión contra Libia es un movimiento social.
http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2011/10/como-diferenciar-una-invasion-de-la.html