Casi cada día por una razón u otra tengo que coger el coche para desplazarme. Y he observado un hecho curioso: a menudo se me ocurren grandes ideas para mi negocio mientras conduzco. Esto me sucede especialmente cuando hago trayectos largos por la autopista, cuando no tengo que estar pensando por qué calle voy a girar ni fijarme en los semáforos.
Me he dado cuenta, y después de leer un poco se ve que los expertos en creatividad lo confirman, que cuando estoy conduciendo y pensando en cosas que no tienen nada que ver con el problema que me preocupa, se me enciende la bombilla sin razón aparente. Se ve hay personas a quienes esto mismo les sucede en la ducha.
Según dicen los expertos, cuando estás encallado intentando encontrar la solución a un problema, no te va a servir de nada echarle más horas. Lo ideal es cambiar de tarea o incluso dejar de trabajar un rato y despejarte.
Hace unos años en un curso sobre creatividad, Guzmán López (@guzolopez) nos contó que hay ciertos lugares donde la gente es propensa a tener ideas, lo resumió llamándolo las 3 Bs:
BED | BUS | BATH
Resulta que cuando un problema complejo ya está planteado, cuando ya te has formulado la pregunta correcta, la respuesta creativa no viene por un pensamiento racional lineal, sino por un pensamiento divergente, es decir por conectar ideas que antes no estaban relacionadas. Y para que esto suceda debes dejar de estrujarte las neuronas y hacer más bien lo contrario, dejar de pensar en el tema y relajarte.
Por eso en momentos en que no estamos haciendo nada que requiera mucha atención, se produce esa conexión casi mágica y se nos ocurren las soluciones que buscábamos o recordamos aquello que no lográbamos recordar.
Estos “momentos eureka” pueden aparecer cuando estamos en la ducha, lavándonos los dientes, minutos antes de dormirnos, justo al despertarnos o mientras nos desplazamos de un lugar a otro, ya sea en transporte público, en nuestro coche o a pie. ¿Curioso, no? De ahí lo de BED, BUS, BATH (cama, autobús, baño).
Quizás un experto lo explicaría de otra forma, pero para mí la clave está en eso de plantear bien el problema. Hacerte una buena pregunta y dejarla ir. Es como si haces una búsqueda en Google. Siempre sale algo. Pero cuanto más concreta sea la búsqueda, más adecuados serán los resultados que te muestre. Tu mente no puede evitar responder a una pregunta. A la que escuchas una pregunta, se pone a buscar la respuesta aunque no quieras. Tu cerebro necesita su tiempo para reorganizar la información, pero te dará una respuesta. Tu trabajo consiste en relajarte y confiar.
La próxima vez que te encuentres bloqueado, ¡a la ducha!
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Sandra Llinares es fundadora de la EscuelaEmprenderConExito.com y creadora del “Sistema Más y Mejores Clientes”, el método en 10 pasos con el que ayuda a profesionales independientes a llenar sus agendas en tiempo récord con el tipo de clientes que les gustan y que les pagan lo que se merecen, para que puedan vivir la vida que quieren haciendo el trabajo que les apasiona.
Es coautora de Coaching en la práctica: 10 historias reales de éxito (Ed. Amat) y autora de Conferencias que Venden (eBook).