En el anterior post publicado en el blog os hablaba de mis problema para trabajar más a fondo. Unos problemas que todos sufrimos. Intentaba hablar del porqué y cómo se genera esta situación.
En este segundo post me gustaría hablar de cómo revertir la situación. De cómo desarrollar nuestra capacidad de atención, concentración y retención.
De trabajar en profundidad de forma deliberada para lograrlo. Cómo puedo conseguirlo y que factores entran en juego.
Tomar conciencia de lo que ocurre
Lo que los anglosajones llaman awareness, tomar conciencia del problema con el fin de darnos cuenta de su gravedad, de cómo nos afecta, como paso previo a actuar para empezar a cambiar las cosas.
Parece superfluo pero el hecho de tenerlo presente rompe el mecanismo de aceptación y resignación. Somos conscientes de que tenemos un problema, de que las interrupciones y el entorno merman la concentración.
Entenderlo y tenerlo presente nos ayuda cuando estamos inmersos en la rutina. Cuesta prestar atención a las causas del problema que padecemos. Cuando se presentan y las identificas dejas de actuar en modo automático y te planteas que hacer.
“Romper la reacción automática crea un espacio para plantear una respuesta adecuada”
Esta toma de conciencia te puede ayudar a resolver una situación casual. Es el disparador que evita dejarse arrastrar por las dinámicas de siempre, actuar diferente y obtener una victoria ante un pequeño problema.
Solucionar un pequeño problema es el primer paso para solucionar el gran problema
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Inventariar toda mi actividad
¿Cuáles son los asuntos más exigentes y cuáles los más triviales? Piensa en las actividades que realizas de forma habitual y divídelas en un cuadro como el siguiente:
Repasa tu planning de actividad semanal. De lunes por la mañana hasta el domingo por la noche y anota en cada uno de los cuadrantes o listas anteriores las actividades más relevantes y más intrascendentes:
Redactar mi post semanal, dar solución al problema que genera el software de la empresa al generar stocks, revisar mi correo electrónico, cena con mi mujer, consultar twitter, leer las noticias …
Localizar actividades exigentes y problemáticas
Cuando dispongas de un mosaico de toda tu actividad valora cuál representa un mayor grado de dificultad en cuanto a concentración. Identifica las de mayor duración y más exigentes en cuanto a trabajo manual.
Marca también la actividad que representa un dispendio de tiempo en tu día a día. Incluso aquella que te perjudique de alguna manera (te agote o te ponga de mal humor).
En mi caso son las redes sociales. Empiezo a pasar fotografías en instagram y de repente ha pasado media hora. O peor, leo tweets, intercambio de opiniones sobre temas candentes y termino de muy mal humor.
Y de que me sirve todo esto?
Has realizado una revisión de tu actividad para darte cuenta de todo lo que haces y de lo que te genera problemas.
Es un primer paso, un punto de partida para saber sobre que debes actuar. Has realizado una revisión, una reflexión, ahora tienes que pasar a la acción e intentar cambiar cosas.
A continuación te presento algunas medidas que te pueden ayudar a mejorar la situación.
Trabajar de forma deliberada
Trabajar de forma deliberada es trabajar en profundidad. Prepara una sesión de trabajo para dedicarte a una actividad continuada y prolongada sin interrupciones ni imprevistos.
Busca momentos durante la semana en los que dedicarte a la actividad más exigente. Bloquea dos horas para trabajar en los asuntos que requieren de una mayor atención y concentración.
Puedes repetir las sesiones de trabajo en profundidad varias veces a la semana. Se prudente y empieza con una sola sesión cada cada semana
Empieza por lo que te gusta
Mihaly Csikszentmihalyi habla en su libro Fluir de un estado gracia en el que entramos cuando trabajamos en el que cambia nuestra percepción del tiempo.
Entramos en la zona, nos dejamos absorber por lo que hacemos pero para ello es necesario un factor clave: Hacer algo que nos guste.
Empieza a practicar el trabajo de forma deliberada en proyectos que sean de tu gusto, por lo que sientas atracción. Te será más sencillo entrar en la ‘zona’ y acostumbrarte a las sesiones de trabajo profundo.
Consolida el hábito
Sigue con sesiones dedicadas a lo que haces por obligación. Dedica sesiones a algo que no te motive especialmente. Trabajo gris que se acumula en tu lista de temas pendientes o tareas exigentes de un tipo que te provocan tedio.
Agrupa-las y realiza las mismas cuando dispongas de un mayor nivel de energía, durante las primeras horas de la jornada.
Un espacio para el trabajo más superficial
Tienes que comprender qué espacio tiene la actividad más superficial como buscar información, tareas de gestión, llamadas, mail… Las tareas de menor exigencia en atención.
El trabajo superficial no puede quedarse con el tus mejores momentos del día
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GTD nos ofrece una solución: Etiquetar cada acción con un nivel de energía y tiempo. Haz las de baja energía al final de la jornada o entre dos sesiones de trabajo más exigente.
Si no ubicamos correctamente el trabajo superficial nos boicoteamos malgastando recursos.
Alinear tus actividad de ocio
Lo que haces durante tu ocio repercute en el ámbito profesional. Las actividades y costumbres adecuados pueden ayudarte a potenciar tu capacidad de concentración y tus capacidades cognitivas.
Descansa y desconecta de verdad
Fíjate límites y oblígate a desconectar del todo. A una determinada hora deja de trabajar aunque tengas asuntos por resolver.
Desconecta los dispositivos y obligado a no pasar tiempo delante de la pantalla. Haz actividades al aire libre e interactúa con otras personas.
La naturaleza, socializar equilibran a la persona y la recargan para entregarse a fondo
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Tiempo de calidad. Nos recarga y nos permite desconectar de verdad. Las actividades de ocio digital no pueden ni compararse.
Leer y escribir
Del mismo modo que ciertas actividades fuera del ámbito laboral te condicionan en negativo, otras lo pueden hacer en positivo.
Dedica tiempo a la lectura. Cada día un rato y algún día suéltate y dedica tiempo prolongado (30 minutos por ejemplo). Centras la atención y vacías la mente. Lee ficción, algo que te guste, que te interese. Déjate absorber por los libros.
- Cómo leer más de Patricia Millán
- Guía rapida para crear el habito de la lectura
Escribe. Lleva un diario, escribe un blog o hazlo por el placer de escribir. Escribir te permite ordenar ideas y reflexionar sobre tus pensamientos. Mejora como escribes y mejorara como piensas
- Escribir bien para pensar mejor – Javier García
Son actividades que ayudan a mejorar la capacidad de atención y te permitirán descargar la tensión de los problemas diarios. Una forma de ejercer el músculo de la atención y distraerse.
Medita para entrenar tu mente
Esta práctica es una forma de entrenar tu atención, de apagar el ruido de fondo de tus pensamientos y mejorar tu cognición.
Es una forma para aprender a relajarte por ti mismo, sin necesitar ningún factor externo y resulta clave para mejorar tu capacidad de toma de conciencia.
Ayuda crear la capacidad para detenerse, mantener la calma cuando surgen los problemas y averiguar que te sucede a nivel emocional.
Meditar, atención, productividad
Controla las actividades nocivas
Cada uno es diferente. Su entorno, sus responsabilidades, su carácter… Por lo tanto varia lo que “le intoxica”.
Os enumero aquellas actividades que más me afectan a mí. Son una fuente de interrupciones constantes, me descentran, me dejan anímicamente tocado y dificultan mi capacidad de concentración.
Aplica el primer punto del artículo te permite identificarlas. El siguiente paso es crear una contramedida, una limitación para mantenerlas bajo control:
- Limito el uso de las redes sociales. Se cuando entro pero no cuando salgo, ni con qué estado anímico lo hago. Sigo utilizando las redes pero limitando y pre-programando el tiempo dedicado.
- Dejar de ver las noticias. Hace tiempo que dejé de lado la TV pero con la tensión política de los últimos meses he dejado de lado cualquier tipo de noticia o comentario de opinión.
- Controlar el smartphone. De hecho es el canal para acceder a las redes y las noticias :-) Gracias a una aplicación de bloqueo y una política restrictiva me he habituado a no acceder durante el horario laboral o en momentos clave de mi ocio.
A veces con fuerza de voluntad no es suficiente para bloquear las distracciones. Necesitamos un impedimento mecánico.
Estoy muy orgulloso de cómo he ido adaptando mis políticas de bloqueo para “liberarme de la basura digital”. Quizás te lo explique en mi newsletter, si aquella que hace meses que no envío :-(
Por último, recuerda: Una sola cosa a la vez
Monotarea. Si lo puedes evitar, si no viene impuesto por tu jefe o las circunstancias lo hacen inevitable, dedícate a una sola cosa a la vez.
Trabaja en un solo proyecto hasta finalizar el lote de actividad que debes realizar. Empieza y termina cada una de las actividades que realices.
Hazlo de una forma deliberada, sin distracciones, sin música de fondo, sin tu teléfono al lado…
Todo esto te ayudará a crear las condiciones necesarias para ayudarte a mejorar tu capacidad para trabajar en profundidad. Mejoras las condiciones directas e indirectas. Condicionas tu forma de actuar y prepara tu mente para trabajar más a fondo cuando sea necesario.
Tienes tu propio sistema para trabajar en las tareas más exigentes? Quieres compartir tu experiencia?
Déjame tu comentario o envía-me a @davidtorne