Revista América Latina

Cómo ejercitar las funciones del conocimiento para mejorar la memoria y prevenir el declive cognitivo

Publicado el 05 julio 2018 por Sofogebel
Resultado de imagen para memoriaPrint Friendly and PDFCon el paso de los años, los cambios a nivel cerebral se observan principalmente en una disminución en la velocidad de procesamiento de la información, en la capacidad de sostener la atención dividida, y alteraciones en la evocación espontánea. ¿Es posible evitarlo o enlentecer el proceso?
El paso de tiempo suele afectar algunas funciones cognitivas tales
como la velocidad de procesamiento, la memoria reciente y la
capacidad de encontrar las palabras con igual rapidez. Al igual que
los músculos, las habilidades cognitivas pueden ejercitarse para
evitar el normal deterioro asociado al paso de los años. Diversas
investigaciones demostraron que el entrenamiento de las funciones
mentales es un factor protector frente a estos problemas. Hoy se
sabe que la declinación cognitiva no es inevitable y que existen
factores que nos protegen frente a ella.
"Pensar al cerebro como un músculo es una buena metáfora, en el
sentido de la necesidad de mantenerlo en movimiento. Pero en
realidad la memoria es una capacidad, es la capacidad de 
registrar información, guardarla y recuperarla cuando la 
necesitamos. Es una capacidad sumamente compleja en la que
intervienen diversas funciones cognitivas. Y en la que se pone en
juego también nuestro estado de ánimo y nuestros intereses". Así
comenzó a explicar la licenciada en Psicología Teresa Fernández,
especialista en adultos y gerontología. La experta de la Unidad de Geriatría del Hospital Ramos Mejía
señaló a Infobae que "para mantener el cerebro activo lo que se
debe hacer es pensar. Proponernos desafíos que nos obliguen a
poner en funcionamiento nuestras funciones cognitivas. Pensar
cosas nuevas, podríamos decir, que hace que se generen nuevas
conexiones entre nuestras neuronas". "Para mantener la memoria de la mejor manera posible lo 
indicado es animarse a realizar actividades nuevas que nos
desafíen, amplíen nuestros intereses y permitan conocer nuevas
personas. Lo que estimula es realizar actividades que nos
mantengan activos", agregó. Sobre qué hábitos de la vida cotidiana atentan contra la
conservación de la memoria, Fernández fue contundente: "la rutina
y el aislamiento". "Todo aquello que nos aleje de los estímulos
-ahondó-. De todas formas, es necesario distinguir entre
conservación y estimulación de la memoria. Nuestro rendimiento
cognitivo con el paso de los años va a presentar, en la mayoría de
los casos, cambios esperables. Eso se llama declive cognitivo.
Los cambios se observan principalmente en una disminución en la
velocidad de procesamiento de la información; en la capacidad de
sostener la atención dividida, hay cambios en las funciones
sensoriales a través de las cuales recibimos la información y
alteraciones en la evocación espontánea". Esto, según la especialista, obliga a ajustar algunas de las 
actividades para lograr un buen rendimiento en la vida 
cotidiana. "Por ejemplo, prestar atención a lo que se está
haciendo; hacer de a una cosa por vez, empezando y finalizando
cada actividad, ser ordenado, guardar las cosas que utiliza siempre
en el mismo lugar, utilizar rótulos; usar agendas, alarmas, carteles,
llaveros, y cualquier otro medio que le sea útil para recordar
información", puntualizó. En la misma línea, la licenciada en Nutrición Macarena Fernández
agregó que "hay alimentos que ayudarían a la conservación de la
memoria, por ejemplo aquellos que contienen fósforo pero de todas
formas no se comprobó totalmente. Sí es cierto que una 
alimentación equilibrada ayuda a una mejor calidad de vida, 
entre ello al rendimiento cognitivo". Para finalizar, las especialistas coincidieron en que "realizar
actividad física de manera regular, lograr una alimentación variada 
equilibrada, mantener un buen descanso, no automedicarse, 
controlar los factores de riesgo vascular y explorar y adquirir nuevos 
intereses y habilidades e interactuar con otras personas", bien 
podría resumir las recomendaciones para una memoria que desafíe 
el paso de los años. Fuente: infobae.com

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