Revista Insólito
Londres.-
Siempre es un espectáculo curioso observar la diversidad de objetos que salen del bolso de una muchacha cuando se le cae en la calle. Pero, indudablemente, ninguna mujer podrá superar el contenido de un bolso de una mecanógrafa londinense, a la que se le cayó todo cuanto en él llevaba cuando viajaba en un autobús.
Los objetos recogidos por sus compañeros de viaje, en un total de 40, fueron los siguientes:
espejo, peine, polvera y mota, un paquetito de palillos para el cuidado de las uñas, tubo para los labios, navajita, cuchillo para la fruta, pluma estilográfica, un lápiz y dos puntas de lápices, libro de cheques, libro de anotaciones, tarjetera y cartera, una cadenita de oro, dos muestras de tela, un paquete de cigarrillos, caja de cerillas, cinco billetes de ómnibús, once cromos de las cajas de cigarrillos, un programa de concierto, dos billetes de teatro, siete llaves, dos pañuelos, una botella de perfume, recortes de periódicos, cuatro fotografías, cinco tarjetas de visita, siete cartas, tres postales, una libra y once peniques en dinero; tres sellos, diez recetas de médico, dos hojas de la contribución, tres hojas de papel en blanco y sobres; ocho imperdibles, una media (con puntos corridos), goma de eucalipto, aguja, algodón de zurcir y tafetán.
La muchacha manifestó, ante el asombro de los que contribuyeron a a recoger todos los objetos esparcidos, que por lo menos, treinta y cinco de los que llevaba en el bolso eran necesarios, y que, por lo tanto, no salía de casa sin ellos.
El día de Palencia
8 de Agosto de 1929