Revista Salud y Bienestar
Un modelo desarrollado por la Universidad de Pennsylvania y publicado en Nature Communications muestra que la capacidad de detectar patrones proviene en parte del objetivo del cerebro de representar las cosas de la manera más simple posible para tomar decisiones y se basa en la idea de que las personas cometen errores al tratar de dar sentido a los patrones, y estos errores son esenciales para tener una idea general. Los investigadores realizaron experimentos donde a los participantes se les mostraban elementos repetidos en una secuencia, como ABCB y se los mostraron en una pantalla de computadora con cinco cuadrados grises correspondientes a cinco teclas en un teclado. Como dos de los cinco cuadrados cambiaron de gris a rojo, los participantes tuvieron que oprimir las teclas de la computadora que correspondían a los cuadrados cambiantes. Para los participantes, el patrón de cuadrados que cambiaban de color era aleatorio, pero las secuencias en realidad se generaron usando dos tipos de redes. Los investigadores descubrieron que la estructura de la red afectaba la rapidez con la que los participantes podían responder a los estímulos.. Las respuestas fueron más rápidas cuando a los participantes se les mostraron secuencias que se generaron usando una red modular en comparación con las secuencias que provienen de una red reticular. Si bien estos dos tipos de redes se ven diferentes para el ojo humano a gran escala, en realidad son estadísticamente idénticos entre sí a pequeña escala. Usando herramientas de la teoría de la información y el aprendizaje por refuerzo. Los investigadores pudieron usar estos datos para implementar una métrica de complejidad llamada entropía. El modelo resultante representa al cerebro como equilibrando dos presiones opuestas: complejidad versus precisión. Este modelo respalda la idea de que el cerebro humano no es una máquina de aprendizaje óptima, sino que cometer errores y aprender de ellos Los investigadores ahora están interesados en saber porque la red modular es más fácil de interpretar para el cerebro y también están realizando estudios de resonancia magnética funcional para comprender en qué parte del cerebro se están formando estas asociaciones de red. También tienen curiosidad por saber si las personas pueden cambiar por sí mismas o si están establecidas. Este trabajo inicial allana el camino para nuevos esfuerzos en el campo emergente de la psiquiatría computacional.