Por suerte, la sociedad en la que vivimos está cada día más concienciada de las virtudes de una dieta saludable y una vida activa pero, por desgracia, la salud mental sigue siendo una suerte de tabú.
Solemos preocuparnos por lo que marca la báscula y por los kilómetros que hemos corrido en el mes, incluso compartimos nuestros logros en redes sociales y se convierten en temas de conversación en el trabajo, con familiares o amigos. En cambio, tendemos a esconder debajo de la alformbra temas como el estrés, la depresión o la ansiedad.
A pesar de todo, poco a poco vamos siendo conscientes de lo que las enfermedades mentales y los problemas psicológicos implican. Y es que cada año que pasa se diagnostican más enfermedades mentales hasta el punto en que se estima que el 13% de la población mundial sufre alguna clase de problema psicológico.
Enfrentándose al problema
Estar triste, enfadado o estresado no es algo poco común: todos podemos tener un mal día. Ahora bien, cuando estar mal se convierte en una costumbre, podríamos estar hablando de un problema mayor.
La depresión clínica es un trastorno anímico en el cual la tristeza, la ira o la frustración son frecuentes e interfieren con el desarrollo del día a a día de quien la sufre.
En este caso, es importante enfrentar la depresión de cara y cuanto antes para que el tratamiento, del tipo que sea, sea lo más efectivo y sencillo. Lo más recomendable es acudir a un especialista en cuanto se empieza a percibir claramente que algo no va bien.
Aunque cada persona experimenta sus síntomas de una forma distinta, los más comunes si hablamos de depresión son:
- desmotivación generalizada
- falta de energía y vitalidad
- hipersomna o insomnio
- pensamientos negativos recurrentes
- falta de esperanza
- libido baja o inexistente
- tristeza
- falta de motivación
- cambios en el apetito
¿Qué causa este problema?
Los químicos que influyen de forma directa en nuestro estado de ánimo son la serotonina, la dopamina, las endorfinas y la oxitocina. Cualquier desequilibrio en uno o varios de estos neurotransmisores, puede desencadenar problemas graves a nivel anímico y de salud mental.
¿Cómo afrontarlo?
La ayuda psicológica, el pensamiento positivo y la propia fuerza de voluntad juegan un gran papel a la hora de tratar y superar una depresión. Si, embargo, igual que sucede con los problemas hormonales (en los que la solución pasa por corregir el desajuste hormonal), dado que el problema está causado por un desajuste químico, la solución pasa también por corregir esos desniveles.
Para ello, tenemos varias vías:
- Fármacos. Siempre recetados por un profesional médico autorizado y capacitado.
- Deporte. Una forma natural de balancear los niveles químicos de nuestro organismo que no conlleva efectos secundarios.
- Alimentación. La dieta puede tener un impacto directo en nuestro estado de ánimo, tal y como sugieren algunos estudios.
Cómo el deporte puede ayudar a tener una mejor salud mental
Cuando hacemos ejercicio, nuestro cerebro aumenta la producción de estos serotonina y noradrenalina, que envían mensajes a todo su sistema nervioso.
Los estudios han relacionado los bajos niveles de estos neurotransmisores con la depresión, igual que se ha relacionado de forma directa la liberación de endorfinas con la práctica de ejercicio superior a 15 minutos.
El ejercicio físico, por tanto, puede ayudar tanto a reducir la depresión y el estrés como a prevenirlos.
Así mismo, el deporte puede ayudar a tener una mejor salud mental gracias a que funciona como un liberador de estrés natural. Los estudios realizados en personas y animales indican que la actividad física mejora la forma en la que el cuerpo gestiona el estrés debido a los cambios en las respuestas hormonales.
Cuidar la alimentación para una mejor salud mental
Las dietas ricas en verduras, legumbres, hortalizas y pescados contribuyen a un buen estado de salud y una mejora del bienestar que redundan, a su vez, en la salud mental. Del mismo modo, se ha demostrado que las dietas poco saludables como las basadas en carnes, grasas, fritos y ultraprocesados, están asociadas a los estados depresivos.
Una dieta ideal para mantener una buena salud mental y evitar episodios depresivos sería, por ejemplo, la mediterránea. Como ya sabrás, esta dieta se basa en una serie de alimentos muy ricos en nutrientes como las verduras, la fruta, el grano, las legumbres y los pescados.
Fuentes:
- “Mental Health”, de Anna Ritchie & Max Roser, Abril 2018
- “Why endorphins (and excercise) makes you happy”, Kristen Domonell, 2016
- “A brief diet intervention can reduce symptoms of depression in young adults”, de Heather M. Francis, Richard J. Stevenson, Jaime R. Chambers, Dolly Gupta, Brooklyn Newey, Chai K. Lim , Octubre 2019
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