Gracias a los desaires, desprecios y cualquier forma de desdén proveniente del supremo mandatario del país donde la hamburguesa es la gastronomía típica, se ha visto una revitalización interesante en nuestra industria mexicana.
Esta interesante revitalización se debe a la fluctuación del dólar, las dificultades para el tránsito de las mercancías entre las fronteras, pero definitivamente lo que más ha mellado el interés del comprador por cruzar a terrenos californianos para adquirir los productos que un alto porcentaje de la población mexicana consume como "Moda" es el descontento por las políticas y sobretodo la actitud de un gobernante que demerita a su vecino del sur.
Platicando con distintos compradores asistentes a la feria más importante de México para moda Intermoda, en esta edición 67 e incluso algunos asistentes desde la pasada edición 66 reflejaron que su interés por realizar sus pedidos en el extranjero ha disminuido considerablemente.
Una práctica muy común entre los compradores siempre había sido adquirir un porcentaje menor a productores nacionales solo para complementar sus inventarios que normalmente estaban acaparados por marcas internacionales, para este 2017 las reglas del juego han cambiado, el efecto Trump está generando un efecto positivo para la industria de moda mexicana, donde los compradores están optando por el producto nacional, muy por encima del producto internacional, esto es claro en la impresionante afluencia que tienen en general los stands de esta feria y se reafirma con los testimonios recabados con compradores, visitantes e incluso expositores que ahora aseguran tienen confianza que el mercado mexicano cada día se siente más orgulloso de su propio producto nacional.
Un punto es claro, tenemos una muy buena oportunidad como fabricantes mexicanos para consolidar las marcas nacionales y generar una competitividad que permita trascender las fronteras de manera consistente. Será un grave error dormirse en sus laureles esperando a que esto se mantenga durante mucho tiempo sin necesidad de hacer nada, ahora es cuando que las marcas, las empresas de moda y sus creadores se pongan las pilas para desarrollar estrategias viables de posicionamiento que les permita conseguir una porción del mercado que les asegure su permanencia en el sector y no solo eso, su crecimiento.
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