Revista Salud y Bienestar
Una Investigación del Centro Champalimaud en Lisboa, Portugal, publicada en la revista Nature descubrió que la función de un grupo de células inmunes relacionadas con la salud intestinal, está directamente controlada por el ritmo circadiano. Casi todas las células del cuerpo tienen una maquinaria genética interna que sigue el ritmo circadiano a través de la expresión de lo que comúnmente se conoce como "genes del reloj" que funcionan como pequeños relojes que informan a las células la hora del día y, por lo tanto, ayudan a los órganos y sistemas ha comprender si es hora de comer o dormir. Entre la variedad de células inmunes que están presentes en el intestino, el equipo descubrió que las células linfoides innatas de tipo 3 (ILC3) eran particularmente susceptibles a las perturbaciones de sus genes de reloj. El equipo analizó cómo la interrupción del reloj circadiano del cerebro afectaba la expresión de diferentes genes en ILC3, y encontraron un problema muy específico: ¡faltaba el código postal molecular! Sucede que para localizar al intestino, los ILC3 necesitan expresar una proteína en su membrana que funciona como un código postal molecular. Esta 'etiqueta' instruye a los ILC3, que son residentes transitorios en el intestino, a dónde migrar. En ausencia de las entradas circadianas del cerebro, los ILC3 no pudieron expresar esta etiqueta, lo que significaba que no podían llegar a su destino. Estos resultados aclaran por qué la salud intestinal se ve comprometida en las personas que están rutinariamente activas durante la noche. Este estudio se une a una serie de descubrimientos que vinculan los sistemas inmunitario y nervioso.