Revista Salud y Bienestar
En un trabajo publicado en Sex Roles la Universidad del Estado de Oklahoma examino esta interrogante. Los investigadores estudiaron mediante encuestas, una muestra que incluyó mujeres de clase media con educación superior. El equipo midió la división del trabajo doméstico al hacer preguntas sobre quién estaba a cargo de organizar los horarios de la familia, fomentar el bienestar de los niños y tomar decisiones financieras. Los investigadores analizaron cómo estas tareas afectaban la satisfacción de las mujeres con los cónyuges o parejas y su satisfacción con la vida en general. El equipo observó además cómo se vinculaban los sentimientos de agobio y los sentimientos de vacío en la vida cotidiana de las mujeres. En la categoría de rutinas familiares, 9 de cada 10 mujeres respondieron que se sentían las únicas responsables de organizar los horarios de la familia, lo que, es un porcentaje extremadamente alto dado que el 65% de las mujeres estaban empleadas. Al menos 7 de cada 10 mujeres respondieron que también eran responsables de otras áreas familiares, como el mantenimiento de estándares para las rutinas y la asignación de tareas domésticas. Las mujeres que indicaron que estaban a cargo del hogar informaron que se sentían abrumadas con su papel de padres, y que tenían poco tiempo para sí mismas y se sentían agotadas. Un gran porcentaje de las mujeres también sintieron que eran principalmente las responsables de estar atentas al bienestar y los estados emocionales de sus hijos. Casi 8 de cada 10 respondieron que eran quienes conocían a los maestros y administradores escolares de los niños, y dos tercios indicaron que eran ellos quienes estaban atentos a las necesidades emocionales de los niños. Sin embargo, inculcar valores en los niños era una responsabilidad compartida. Solo una cuarta parte de las mujeres dijeron que eran las únicas responsables, y el 72% dijo que, en general, esto se compartía por igual con las parejas. La labor de garantizar el bienestar de los niños mostró, de hecho, vínculos fuertes y únicos con la angustia de las mujeres. Esta categoría predijo claramente los sentimientos de vacío en las mujeres. También se asoció con bajos niveles de satisfacción sobre la vida en general y con el matrimonio o la sociedad. Las decisiones financieras también se enumeraron como responsabilidades compartidas, con un poco más del 50% de las mujeres que respondieron que tomaron decisiones importantes en compras junto con su pareja. La toma de decisiones financieras se asoció inesperadamente con la baja satisfacción de la pareja, lo que se atribuyó a la incorporación de este trabajo además de las ya altas demandas de administrar el hogar y garantizar el bienestar de los niños. Las madres deben sentirse cuidadas si desean tener una buena salud mental y comportamientos de crianza positivos. Cuando las mujeres se sienten excesivamente responsables de administrar una casa y criar a sus hijos, esto repercute negativamente en su bienestar general.