Revista Coaching

¿cómo elaboráis vuestro cv?

Por Juanmartinezsalinas76

Pese a que se han produciFoto 2009 veranodo muchos cambios en qué tipo de presentación profesional presentemos, no cabe duda que el currículum sigue siendo nuestra hoja de ruta para buscar trabajo.

Pero siempre hago hincapié en que hay varios tipos de CV. Si nos hemos quedado en la Edad de piedra, tendremos el currículum 1.0, aquel que es estático, es decir, aquel que se usa para todo sin cambiar un ápice del mismo; da igual que optes a un puesto de bombero torero que a otro de administrativa o expendedor de gasolinera. Hace años, se fotocopiaban por cientos… se metían en sobres y eran enviados a los más variopintos destinos… Se optaba por un listado más o menos extenso de cursos, trabajos… sin descartar aquello que no estaba relacionado con el puesto de trabajo. Por el contrario, el currículum 2.o es el perfil dinámico que varía en función del puesto al que optemos y de aquello que queramos destacar.

Estas son mis recomendaciones sobre el currículum: Nuestro perfil profesional debe ser flexible y podemos variar el orden de los apartados. Depende de cada persona y sus circunstancias. Lo único que se tiene que repetir e ir al principio de nuestra hoja de vida son nuestros datos personales. Los otros apartados: objetivo profesional, experiencia laboral, formación académica, formación complementaria, idiomas, informática, otros datos de interés, etc., pueden ser ordenados según el orden de prioridad que tengan en nuestro perfil profesional. Aquellas personas que no tengan prácticamente experiencia profesional deberán destacar más su formación, desarrollándola más y haciendo referencia a sus períodos de prácticas. Las personas que tengan mucha experiencia laboral y poca formación deben destacar en primer lugar su trayectoria profesional y la formación ponerla más para abajo.

Durante años, algunos profesionales de recursos humanos nos han metido en la cabeza que el currículum debe tener el mismo orden. Sin embargo, nuestro perfil es flexible y lo debemos ordenar en función de lo que sea más prioritario para el puesto al que optemos y en función de aquello en lo que más destaquemos a nivel profesional.

La sección de datos personales debe especificar nuestro nombre y dos apellidos, teléfono, correo electrónico, fecha de nacimiento y ciudad de residencia. La dirección no es obligatoria, ni el DNI. Debemos poner aquellos datos relevantes y que aporten cosas de interés a las empresas donde se envían. Algunos datos no son de interés.

Por otro lado, nuestro currículum debe ser breve y conciso. Especificando lo relevante, sin dar nada por hecho. Si algo quieres que se sepa, ponlo claro. Los seleccionadores no son adivinos. No por poner más cosas significa que nuestro perfil sea mucho más interesante. Debemos mencionar todo lo que podamos demostrar, verificar y justificar con veracidad. Inventar resta siempre puntos, porque las empresas van a contrastar y hacer pruebas para que se demuestren determinadas cosas.

En la experiencia laboral se debe indicar el nombre de la empresa, sector de la misma, fecha de inicio, fecha de fin, funciones desempeñadas adecuadas al puesto al que optamos, logros alcanzados durante vuestro desempeño, dificultades superadas durante el mismo y competencias más relevantes vinculadas a las funciones. No es necesario especificar todas nuestras experiencias profesionales sino las más relevantes para el puesto al que optemos. Si tenemos más de 30 años de experiencia profesional debemos especificar aquellas más relevantes al puesto al que optemos. Imaginemos que Antonio tiene 30 años de experiencia laboral y los últimos 20 años como soldador; al principio de su carrera, estuvo trabajando 10 años como fontanero. Quizás lo más lógico es que especifique sus experiencia como soldador. Porque si no ha vuelto a trabajar como fontanero, deberá primero reciclarse para ver qué técnicas se utilizan en la actualidad y poner al día sus conocimientos que los tendrá más que oxidados.

Si desde hace 20 años no ha trabajado como fontanero, está claro que ahora mismo debe de ponerse al día. Otra cosa es que Antonio, aunque no haya trabajado como fontanero desde hace muchos años en su tiempo libre hubiese practicado y se hubiese reciclado en ese área para poder alternar dos profesiones. La experiencia laboral debe poderse contar a posteriori, con ejemplos concretos de las tareas que desempeñábamos, dando detalles, dificultades encontradas en su desempeño y cómo las solucionábamos. Esto se debe hacer en la entrevista en vivo cuando llegamos a ella. Pero siempre recomiendo dejar pistas en el curriculum.

En cuanto a la formación académica, es importante indicar la titulación máxima alcanzada y aquellas necesarias para poder desempeñar el puesto la que optamos. Para trabajar de operario no es relevante poner nuestro título universitario de Licenciado en Derecho. Podemos estar muy formados pero si no se requiere para determinados puestos puede ser irrelevante. Además los títulos académicos yo recomiendo llevar a la entrevista copias de los títulos y dar la opción al entrevistador de que los vea. Añade fiabilidad. Muchas personas se inventan títulos y un buen seleccionador los debe verificar pidiendo prueba de los mismos. Es importante incluir el nombre de los estudios, año de inicio y de fin (aunque no son obligatorios) y centro.

La formación complementaria debe especificar toda aquella relevante para el puesto al que optemos. Igualmente, es importante poner aquellos cursos cuyos conocimientos los tengamos frescos, es decir, de nada sirve poner un curso de 500 horas de contabilidad que cursamos en 1999 en un prestigioso centro si desde su obtención, no hemos puesto en práctica esos conocimientos para consolidarlos y actualizarlos en estos años. Un titulo de un área no quiere decir que sepamos de eso. Un titulo es un comienzo para seguir aprendiendo sobre esa materia para ir consolidando con paso firme. Creo que es relevante poder relatar tu nivel de conocimientos de esas materias específicas de las que tienes el titulo y exponer tu experiencia para consolidar esos conocimientos.

En el apartado de idiomas, conocimientos informáticos y conocimientos técnicos, decir que se tiene hasta 5º de francés de la Escuela de Idiomas no significa que sepa ese idioma. Imaginemos que ese título se consiguió en el año 2000 y desde entonces no has practicado nada de francés. Pues está claro que tu nivel actual de francés no es bilingüe; no nos engañemos, un idioma, para dominarlo y refrescarlo requiere práctica. Lo mismo pasa con los conocimientos informáticos y técnicos. Por lo tanto, en estas áreas se aconseja poder especificar cuándo fue la última vez que los usasteis en un ámbito profesional y especifiquéis en qué los usabais. Si el nivel actual es bueno sugiero poder llevar a entrevista aquellos títulos por si los quieren consultar.

En el currículum se pueden adjuntar enlaces a trabajos, videos, bitácoras y proyectos que muestren vuestra experiencia en un área profesional, sobre un tema o idioma de una forma objetiva. La cuestión es poder dar la opción a las empresas de que puedan comprobar los datos si quieren. El currículum no es tanto decir lo que tienes o sabes hacer sino demostrarlo.

Siempre digo que el currículum lo debéis hacer a vuestra manera y que refleje lo que sois, lo que sabéis hacer, vuestras competencias, etc. Vuestro perfil debe hablar sobre vosotros con realidad y el documentarlo con enlaces o documentos que refuercen vuestra candidatura es dar un paso más.

Hay que ser consciente que vuestra trayectoria profesional completa no la podéis mostrar en dos folios; debéis sustraer las partes de la misma más necesarias y relevantes para cada puesto al que optéis. Se deben especificar las funciones necesarias desempeñadas por vosotros que refuercen vuestra candidatura y que sean necesarias en la descripción del puesto al que optéis.

La adaptación del currículum es vital para tener opciones en cada puesto al que optemos. Es decir, debemos dedicar tiempo a ajustar nuestro perfil al puesto al que optemos. Es cuestión de dedicar el tiempo que precisemos. No es cuestión de mandar el mayor número de perfiles al día sino de aquellos ajustados al puesto al que optamos. La calidad significa saber a dónde mandamos nuestro CV y las opciones reales que tenemos. Mandar nuestro perfil a  puesto disponible es malgastar, es tirar sin puntería, es decir, está abocado al fracaso.

¿Cómo elaboráis vuestro CV? ¿Qué es lo que más destacáis? ¿Cuáles son vuestros principales errores?


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