Cómo elegir correctamente las alfombras

Con la llegada del frío, nos planteamos cómo aportar mayor calidez a nuestro hogar para crear espacios acogedores y prácticos, y uno de los complementos imprescindibles para lograr ese efecto tan agradable son las alfombras. Un elemento decorativo que además de aportar calidez y color a las estancias, nos permite, de forma fácil y asequible, cambiar la decoración y estilo de las mismas, e incluso poder separar o distinguir visualmente los ambientes. Es increíble lo que aportan a nivel estético y funcional en una vivienda.

Pero a pesar de ser un elemento, que, a prior, presenta muchas ventajas, muchos son los detractores que huyen de las mismas, ya que acumulan polvo, se ensucian y requieren un mantenimiento,  y a la hora de limpiar la casa, es cierto que puede ser un incordio, puesto que hay que moverlas e incluso quitarlas para poder hacer esta tarea cómodamente.  Reconozco que estas ideas son ciertas, pero en mi caso he de reconocer que me declaro fiel seguidora de las alfombras durante los meses de otoño e invierno, ya que las sensaciones que aportan prevalecen sobre los prejuicios negativos. Simplemente consiste en armamos de paciencia y dedicar algo mas de tiempo a la limpieza de las mismas y del espacio para que ambos mantengan un aspecto cuidado.

La elección de las mismas es una decisión importante en la que debemos tener en cuenta factores como los materiales que deseamos utilizar, nuestro presupuesto, las medidas del espacio a vestir y las que necesitamos que tenga la alfombra, los colores de la misma para que se integre en el ambiente actual y combine correctamente con el mobiliario, los textiles, y la línea de inspiración seguida.

Una de las dudas que debemos resolver es si queremos que sean de materiales naturales, las cuales resultan algo mas caras que las sintéticas, pero su aspecto es mucho mas atractivo. Dependiendo del uso, de la zona que vayamos a decorar y del estilo de las habitaciones puede ser mas interesante hacer mayor o menor inversión. Una zona donde es interesante apostar por una buena alfombra, es el salón, una zona de la casa donde pasaremos bastante tiempo, disfrutando de la casa durante los días frío. Especialmente recomendable en el caso de casas  donde hay niños pequeños que tienden a sentarse en el suelo a jugar y de este modo nos aseguramos de que no lo hagan directamente en el suelo y estén mas cómodos.

Materiales clásicos como la lana y el algodón resultan de lo mas agradable. Las primeras se caracterizan por su durabilidad, el confort que proporcionan y la textura que presentan. Las de diseños anudados son las mas preciadas, tanto por su diseño como por su mantenimiento. En cuanto a las de algodón, decir que son mas ligeras, frescas y prácticas, fácilmente movibles y en las que, precisamente por eso, es aconsejable colocar bajo ellas una base antideslizante.

Otros materiales que encontramos en el mercado, mas novedosos, son algunos de plástico realizados a base de PVC, polipropileno, vinilo… Que presentan características que les hacen perfectos para ser utilizados en cocinas o zonas de exterior.

Y si nos centramos en materiales ecológicos que respetan el medio ambiente y aportan un toque natural y rústico a nuestro hogar, podemos encontrar modelos realizados con esparto, sisal, coco, bambú… Un amplio abanico de posibilidades ofrecen este tipo de materiales y con diseños elaborados, pero como contrapunto decir que su vida es mas reducida que otro tipo de materiales.

En cuanto al pelo de las mismas, las podemos encontrar con el pelo mas largo o corto, siendo las primeras mas cómodas, cálidas y mullidas, pero debido a la dificultad que presentan a la hora de limpiarlas, es aconsejable que sean colocadas en zonas que no sean de mucho paso.

La decisión del tamaño es realmente importante, ya que el efecto visual que proporcionan unas u otras medidas cambian por completo las sensaciones espaciales. Por ejemplo, en la zona de comedor si queremos colocar una alfombra es recomendable que esta tenga entre 50 y 80 cm. mas que la medida de la mesa por todos sus lados, de manera que si separamos las sillas de la misma estas queden siempre dentro de la zona de comedor distinguida por la alfombra. En el salón, sin embargo, soy de las que piensa que es un acierto, tanto si colocamos un modelo amplio que vista toda la zona del salón, como si se coloca una de menor tamaño que resalte por ejemplo la mesa de centro, de manera que da calidez pero como resultado encontramos espacios mas ligeros. En el dormitorio, prefiero colocar unas mullidas alfombras en los laterales de la cama, y si hay espacio otra a los pies, mejor que una grande. El pasillo es otra zona donde es frecuente ver alfombras, pero es una costumbre que empieza a desaparecer, y en caso de ser utilizadas es preferible elegir modelos en tonos claros que den sensación de profundidad y no resten luz.  En el caso de las habitaciones infantiles me parecen perfectas para delimitar el espacio y crear visualmente una zona de juegos para los mas pequeños, ya sean cuadradas, circulares, de bolas, con dibujos o lisas, en estos espacios la creatividad es ilimitada. Pero sea cual sea el diseño elegido debemos colocar una base antideslizante para evitar caídas tontas por resbalones.  Sin embargo, volviendo al tema del color, en el resto de zonas de la casa, es preferible apostar por colores suaves y neutros, que aunque resultan mas sucios, proporcionan mayor relajación y sensación de amplitud en los espacios.

Para limpiarlas y mantenerlas en buen estado, será suficiente con aspirar una vez por semana, y en caso de tener alguna mancha es importante limpiarla lo antes posible para que no se incruste y luego sea mas difícil de quitar.

Y vosotros, ¿Sois partidarios de contar con alfombras en vuestra casa? ¿En qué estancias? ¿De que tipo o materiales?

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¡Muchos besos!