Si la semana pasada hablábamos de buenos propósitos, no podía dejar pasar otra semana de enero sin abordar una de los temas estrella de este mes: las dietas.
Las hay de muchos tipos; largas, rápidas de hacer, estrictas, más permisivas, que restringen cantidades o que restringen algunos alimentos en concreto o algún tipo en general, etc; y cada una tiene sus pros y sus contras.
Ya sabéis que yo no soy partidaria de las dietas, sino que creo que el éxito radica en conseguir modificar nuestros hábitos poco a poco y día tras días hasta lograr nuestro objetivo: mejorar la forma en que nos alimentamos y, en el caso de necesitarlo, perder aquellos kilos que tanto nos fastidian.
No obstante, como se que las promesas de las dietas pueden ser de lo más tentadoras y que muchas de vosotras me lo habéis pedido, hoy os traigo un pequeño decálogo sobre cómo elegir el tipo de dieta que más nos conviene seguir, así os dejo el menú para esta semana y ahí vamos.
CÓMO ELEGIR EL TIPO DE DIETA QUE MÁS TE CONVIENE SEGUIR
1. Como es tu relación con la comida?
a) Normal, como mejor o peor pero no siento ninguna ansiedad por la comida ni me entran ansias irrefrenables de comer determinados alimentos.
b) La comida me genera ansiedad, tiendo a comer aunque no tenga hambre y en situaciones en las que no me siento bien emocionalmente.
2. Sueles comer de todo; vegetales, fruta, carne y pescado y carbohidratos?
a) En general sí.
b) Hay muchos alimentos que me cuestan o directamente no me gustan.
3. Has seguido muchas dietas a lo largo de los años?
a) Esporádicamente.
b) Una detrás de otra.
4. Las dietas que has seguido te han funcionado?
a) Sí pero con el tiempo me ha costado mantenerme o han cambiado mis necesidades.
b) No, en seguida he recuperado el peso perdido o incluso algunos kilos más.
5. Sueles ser constante para conseguir aquello que te propones?
a) Sí.
b) No, suelo desanimarme bastante rápido si no empieza a ver resultados.
6. Acostumbras a comer a menudo fuera de casa?
a) No, solo esporádicamente.
b) Sí, varias veces a la semana.
7. Te cuesta prescindir del dulce?
a) No en exceso.
b) Sí, a la que estoy varios días sin probarlo no me lo puedo quitar de la cabeza.
Mayoría de respuestas a:
Optes por el tipo de dieta que optes tienes un alto porcentaje de que te funcione pero, si quieres asegurarte resultados duraderos a largo plazo, lo más recomendable es seguir una dieta no muy restrictiva y que te permita ir perdiendo peso de una forma progresiva sin tener la desagradable sensación de "estar a dieta de forma permanente".
Puedes aprovechar para ir modificando poco a poco tus hábitos alimenticios de forma que te sea más fácil comer de forma más saludable y no recuperar el peso perdido.
Aunque pienses que prescindir de ciertos alimentos no te causará ningún tipo de ansiedad, intenta evitar quitarlos por completo porque ya sabes que lo prohibido se vuelve mucho más tentador.
No veas la dieta como algo que haces únicamente para perder peso, analiza qué factores te han hecho ganarlo y evita volver a caer en ellos.
Mayoría de respuestas b:
Lo más probable es que tengas una ligera alergia a la palabra dieta y que solo de pensar que debes olvidarte de ciertos alimentos te entre un montón de ansiedad por ellos.
En tu caso una dieta estricta no es para nada recomendable ya que irás acumulando esa ansiedad hasta explotar un día y abordar la nevera… así que opta por una dieta que te permita comer de todo siguiendo algunas pautas que te hagan ir perdiendo aquellos kilos de más poco a poco pero desde el primero momento.
Son especialmente motivantes aquellas dietas en las que la principal pérdida de peso se produce en las primeras semanas y luego, poco a poco, se van volviendo a reintroducir todos los alimentos.
No obstante, si crees firmemente que vas a ser incapaz de llevar una dieta estricta ni siquiera una semana, no te lo plantees o al final el efecto rebote será peor.
A parte de bajar kilos, lo más importante es que poco a poco vayas deshaciéndote de esa ansiedad por la comida y, sobretodo, que dejes de asociarla con sentimientos y de utilizarla como parche emocional.
Y recuerda, si no te vez capaz de hacerlo sola y lo que necesitas es alguien que esté a tu lado, que te ayude a motivarte, a no abandonar a la primera de cambio y a trazar el camino a seguir para poco a poco ir consiguiendo tus objetivos, consulta los servicios de entrenamiento a distancia y coaching nutricional, son completamente personalizables y, si ningún plan se adapta a ti, te hacemos uno a medida!