Todos sabemos la importancia que tiene el aprendizaje de la música a tempranas edades, el desarrollo de la faceta artística y una mayor sensibilidad, la autodisciplina que exige la práctica de un instrumento o la mejora de la concentración. Son todas estas cuestiones que le van a ayudar en su vida diaria, sin olvidar el placer de tocar un instrumento.
Pero para que esto sea así es el niño el que debe elegir el camino musical, muchas veces somos los padres los que acabamos apuntando a los hijos a clases de piano, de guitarra o de violín, porque es lo que nos hubiera gustado a nosotros o porque es nuestro instrumento favorito.
Esto no sería lo más adecuado, si el niño no decide qué instrumento quiere tocar, incluso si quiere tocar alguno, es muy probable que antes o después se canse y abandone. Lo primero por tanto sería averiguar el interés que tiene el menor por la música.
Normalmente el niño debería probar antes varios instrumentos
Lo cierto es que casi todos los niños se sienten atraídos por ella, cuando son pequeños disfrutan aporreando un tambor o tocando el piano, podemos aprovechar este interés para introducir al niño en el mundo musical. Asistir a conciertos, ponerle música en casa o apuntarle a escuelas de iniciación son las opciones preferidas, de esta forma podremos averiguar qué tipo de instrumento le atrae más.
No es recomendable comprar ningún instrumento antes de los cinco años, el niño es todavía pequeño y seguramente le guste tocar tanto el piano como la guitarra, por ejemplo. Si lo hemos apuntado a una escuela de música allí obtendremos la mejor orientación, el profesor nos podrá indicar hacia donde van las habilidades de nuestro hijo y también él podrá averiguar qué es lo que más le gusta. Cosa distinta es que tenga muy claras sus preferencias, si se empeña en que quiere tocar el violín no habrá más que discutir.
Hay que tener en cuenta, y mucho, el coste del instrumento musical
Hay que tener en cuenta a la hora de comprar un instrumento otros factores. En algunos casos suponen una gran inversión, no es lo mismo un piano que una guitarra, además el primero ocupa un sitio considerable. Por eso si nuestro hijo se decanta por el piano lo mejor es que asista a un centro donde podrá ver si realmente es su instrumento elegido y si le gusta tanto como para realizar esa inversión.
Pese a que incentivar el gusto por la música desde que son pequeños y apuntarlos a clases de iniciación musical son las mejores opciones para entrar en este mundo, lo que suele pasar es que el instrumento llega antes que todo eso, bien porque alguien se lo regala o porque el mismo niño lo pide. El riesgo está en que ese puede que no sea el instrumento adecuado para él o simplemente no le guste, si es así puede que aprenda a tocarlo pero siempre será como una clase más no como un placer que le puede reportar grandes beneficios. Por eso es mejor asegurarse, tener en cuenta su opinión y poner los medios para que pueda desarrollar esa habilidad que puede incluso convertirse en su medio de vida.