Título original: How to fall in loveAutor: Cecelia AhernAño de publicación: 2014Número de páginas: 368Género: Romance, Contemporáneo
No viene al caso, pero ¿Cómo se pronuncia Ahern? Durante mucho tiempo he tenido esa duda.
He leído “Pd, te amo” y “Love, Rosie”, de esta autora. Tengo que decir que el primero muy bueno, ya que la premisa resulta novedosa y divertida. La segunda tiene de novedoso el formato y ahí queda. Con estos antecedentes admito que no da muchas ganas de leerlo, excepto que estés buscando algo ligero, dinámico, suave, para pasar el rato y distraerte un poco. Este libro como los dos anteriores es muy rápido de leer. Siempre están pasando cosas vamos de un punto a otro rápidamente. Sabemos como van a pasar las cosas, pero las aventurillas intermedias le ponen sal al asunto. No tiene muchas páginas, no es denso ni en cantidad ni en narrativa.
Creo que este, como Pd, te amo, resulta entrañable. Hay ciertos pasajes en que sientes lo que el personaje está sintiendo. Consideremos que tenemos como uno de los protagonistas a un suicida, así que obviamente vamos a ver esas muestras depresivas y de ansiedad. Y Cecelia logra transmitir esas sensaciones al lector. Tal vez funcionen tan bien, porque resultan muy extremas y está completamente justificado con el personaje.
Tengo un problema con el personaje femenino y revisando los otros libros sus protagonistas no me gustan. Construye mujeres muy débiles, emocionalmente hablando, que rayan en lo dramático. En algún momento Rosie resulta más fuerte, pero ni tanto, porque carácter no tiene. Y esto se ve acá también. A pesar de que al inicio nos la quieren presentar como una heroína, Christine resulta patética, una mujer muy dañada, que por muy poco no cae en lo depresivo, y algunas veces sin sentido alguno. Hay una escena en la que quiere quedarse en la cama y lo único que hace es autocompadecerse, pero no es creíble. También me resulta desesperante todo ese asunto de la autoayuda y de los libros basura que lee. Si conociera alguien así de obsesivo con ese tipo de textos probablemente le estallaría esos mismos libros en la cabeza. Como apéndice, la historia del esposo me pareció innecesaria para la trama, no aporta gran cosas, sólo está ahí.
Yéndonos con Adam tengo los sentimientos completamente contrarios. Pareciera que este personaje está mejor construido, sus situación emocional resulta más creíble a pesar de que sea muy exagerada. Se le fue un poquito la mano al verlo pasar de no querer moverse hasta reírse escandalosamente. Lo que sí no calza es el desarrollo que tiene al final, resulta muy apresurado, se justifica con un detonante valedero. Pero, nadie cambia tan rápido, literal de la noche a la mañana. Y ¿por qué? ¿por qué tienes que meter al galán más galán para que una novela de romance funcione? No te dejan querer al personaje por su complejidad, construcción o historia, si no por su cuerpo.
Finalmente, me gustaron mucho los familiares de Christine, se goza mucho con ellos. Y la historia de la amiga, también resulta un poco anecdótica, para el relleno.