La decisión de dejar el tabaco depende sobre todo de la voluntad del fumador, pero también de las posibilidades económicas de cada uno para realizar un tratamiento de forma privada, ya que varios de estos fármacos antitabaco son costosos.
La prevención y la educación por parte de los profesionales de la salud es la primera medida.
Cabe recordar que en los cigarrillos y en el tabaco hay cientos de sustancias toxicas y adictivas con fines perjudiciales para la salud, no solo de los fumadores sino también para los acompañantes de los tabaquistas que inhalan de forma pasiva todas las sustancias nocivas.
Las causas por las cuales dejar el tabaco son tan variadas como los tipos de fumadores que puede haber; por ejemplo, en el caso de los adolescentes, suele deberse a razones más de tipo estético, como por ejemplo el color amarillento de los dientes y los dedos, el mal aliento. En los adultos, a las razones anteriores, se suman las relacionadas con problemas de salud, como la dependencia y la falta de control sobre el hábito, la disnea y las dificultades respiratorias para practicar cualquier actividad deportiva, infecciones respiratorias, tos y carraspera, y por ultimo también los motivos económicos, suelen ser causas para abandonar esta adicción.
A la hora de dejar de fumar son varias las opciones para encarar esta problemática; entre ellas el ejercicio físico es una de las formas de empezar, en donde el ejercicio reemplazaría esta adicción y haciendo ejercicios se evita fumar.
También el cigarrillo electrónico es un dispositivo recientemente utilizado para disminuir las ganas de fumar.
Los chicles antitabaco son inhibidores momentáneos del deseo de fumar pero abandonados, las ganas de fumar vuelven.
Dentro de los fármacos antitabaco tenemos a: la Vareniclina y el Bupropion, ambos con cualidades antitabaco pero con efectos adversos a veces más graves que el tabaquismo.