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Revista Fotografía
La fotografía panorámica es una de las más agradecidas, ya que podemos conseguir imágenes espectaculares, resoluciones ilimitadas y diferentes perspectivas sin importar qué equipo usemos. Pero a menudo plantea ciertas dificultades técnicas, así que vamos a ver una manera sencilla de evitar esos problemas de cosido o stitching provocados en la toma.
Seguro que alguna vez os ha pasado que os habéis aventurado a hacer una bonita panorámica por trozos con vuestras cámaras, o incluso con vuestro móvil, y al llegar al ordenador os habéis tenido que pelear duramente con el software de creación de panorámicas.
Esto ocurre normalmente por la manera en que hemos tomado las fotografías, pivotando sobre un punto equivocado o incluso cambiando completamente el punto de vista entre foto y foto, cosas ambas que modifican el punto de vista y por tanto la perspectiva de la foto.
Aunque cuando fotografiamos paisajes a distancias lejanas y sin elementos en el encuadre que se encuentren a corta o media distancia no habrá problema alguno en la mayoría de los casos, sí que nos los encontraremos cuando hagamos panorámicas a distancias más cortas o con elementos en primer plano. Para hacer la toma correctamente, deberíamos utilizar un trípode y una rótula panorámica y calcular el punto de no paralelaje, más conocido como punto nodal (aunque no es tan correcto decir esto), para saber sobre qué punto en el espacio deberá pivotar nuestro equipo.
Pasos para encontrar el punto de no paralelaje
Colocamos dos objetos en el centro de nuestro encuadre (a ser posible rectilíneos y alargados, como por ejemplo un bolígrafo y un trípode estirado), uno lo más cerca posible del objetivo sin que ocupe demasiado en el encuadre y el otro lo más alejado posible pero que sea visible, pero ambos alineados entre sí y en el visor.
A continuación, giramos la cámara (pivote de la rótula, que normalmente rotará sobre el plano del sensor) para dejar los dos objetos primero a un lado y luego al otro, y observamos que se separan entre sí al hacerlo. Lo que hemos de conseguir es que sus posiciones relativas en el encuadre se mantengan cuando hacemos esto.
Para corregir esta desviación, necesitaremos una rótula panorámica o bien como mínimo una pletina o zapata que nos permita variar el punto de pivote de la cámara. Moveremos la cámara mediante este mecanismo un poco hacia atrás (para adelantar el punto sobre el que pivotará la cámara y dejarlo en algún punto más adelante del sensor y más atrás de la lente frontal del objetivo). Y volveremos a comprobar el paralelaje como en el paso anterior.
Repetiremos el paso anterior hasta que, por aproximación, consigamos que los dos objetos se mantengan en la misma posición relativa entre ellos cuando giramos la cámara y lo desplazamos del centro a los lados (debe mantenerse por ambos lados, lógicamente, si no es que hay algún problema). Cuando lo tengamos, habremos encontrado el punto de no paralelaje.
Cuando conozcamos el punto de no paralelaje ya podremos hacer la tomar de panorámicas pivotando correctamente, lo cual resultará en que luego podremos unir las fotografías con cualquier programa de ordenador sin que haya problemas de cosido (objetos duplicados, superpuestos, fantasmas o directamente errores que hagan imposible la unión automática).
Pero, incluso si no usamos una rótula panorámica ni tan siquiera un trípode, siempre podremos aproximarnos al punto nodal lo máximo posible un poco a mano o a ojo de buen cubero. Simplemente sujetaremos la cámara haciendo descansar el objetivo en nuestra mano, en la “cuna” que se forma entre el dedo gordo y el índice, y comprobaremos el paralelaje de la misma forma que hemos visto, tratando de mantener lo más estática posible la posición de nuestra mano y nuestro brazo (un apoyo como una mesa o barandilla cercana es una buena idea).
Bastará con cambiar el punto de apoyo del objetivo sobre la mano hacia adelante o atrás para corregir el punto sobre el que pivotamos. No es un método perfecto como si dispusiéramos de un trípode y rótula especializados y medidos milimétricamente pero siempre obtendremos resultados más aprovechables que haciéndolo de cualquier manera sin ni siquiera preocuparnos por el movimiento que hacemos.