Atendiendo preferentemente a nuestros sentimientos, gustos y raciocinios.
Prestando sólo atención limitada a las expectativas de los demás.
Recordando que el derecho de vivir según pensamos y sentimos, también ampara a quienes nos rodean.
No juzgándonos a cada momento, sino reflexionando con claridad y espíritu crítico sobre nuestras decisiones.
Practicando la autoafirmación. Somos únicos, e irrepetibles. No hemos de copiar planteamientos ni criterios ajenos. Los nuestros son válidos, mientras no se nos demuestre lo contrario.
Teniendo claro que cada decisión corresponde a un "aquí y ahora" y que podemos cambiar de opinión, y de manera de actuar.
Aceptándonos, queriéndonos y gustándonos tal cual somos. Asumiendo nuestras contradicciones e intentando mejorarnos cada día.
Siendo cada uno nuestro mejor amigo, para poder llegar a ser un auténtico amigo de los demás. De aquéllos quienes nos aprecien por cómo somos en realidad.
MUCHOS SE JACTAN DE SER COMO LAS CIRCUNSTANCIAS REQUIEREN DE UNA MANERA MIMÉTICA Y SIN SENTIDO MORAL.
MIENTEN, MANIPULAN Y SEDUCEN SIN REPARAR EN LAS REALIDADES DE QUE, ASÍ HACIÉNDOLO, ENGAÑAN --- A TODOS Y A ELLOS MISMOS.
CON ESTE COMPORTAMIENTO SE NIEGAN A CONOCERSE A SÍ MISMOS, RELEGÁNDOSE A PERMANECER MEDIOCRES, MERECEDORES DE POCA CONFIANZA DE LOS DEMÁS E INFELICES ELLOS MISMOS.
PARA CRECER Y SER FELICES, TENEMOS QUE EVITAR ENTERRAR NUESTRAS CABEZAS EN EL SUELO DE LA INDIFERENCIA.