Revista Salud y Bienestar
La ansiedad suele manifestarse
de varias formas, nerviosismo, agitación, estado de alerta; no poder dejar de
pensar en ello, dificultad para realizar labores cotidianas. Pensar
constantemente en la enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen
síntomas que incrementen su malestar emocional. Reconocer nuestras emociones y
aceptarlas y si es necesario, compartirlo con las personas más cercanas a usted
le servirá para encontrar la ayuda y el apoyo que necesita. Siempre confirme
los hechos y los datos fiables que ofrecen los medios oficiales y científicos y
evite información que no provenga de estas fuentes, evitando información e
imágenes alarmistas. Informe a sus seres queridos de manera realista, a los menores
o personas especialmente vulnerables como ancianos, no les mienta y emita explicaciones
veraces y adaptadas a su nivel de comprensión. Evite la sobreinformación, estar
permanentemente conectado podría aumentar su sensación de riesgo y nerviosismo
innecesariamente. Trate de mantener una
actitud optimista y objetiva. Evite hablar permanentemente del tema, apóyese en
familiares y amigos y mantenga la calma con un pensamiento adaptativo a cada
situación, además de procurar llevar una vida normal en la que no se alimente
el miedo