Eco, eco… ¿Hay alguien al otro lado? Sí a veces yo también me siento como si tuviera que gritar, saltar o hacer un espagat (sin partirme en dos) para llamar la atención del que es mi público potencial. Te esfuerzas para hacer una acción X con el objetivo de obtener relevancia o algún tipo de notoriedad y al otro lado: la NADA. Frustrante, muy frustrante.
Es una obviedad que vivimos en la economía de la atención. Cada marca lucha para conseguir migajas de interés de su posible cliente. Mendigamos empatía…
La sorpresa es una de las emociones que más conecta con tu audiencia, porque aquello inesperado es aquello que puede ocupar el recuerdo de tu cliente por algo de tiempo, tampoco mucho, no nos engañemos. El impacto generado por ésta puede llegar a ser efímero, ya que las marcas están explotando demasiado este recurso, rozando al abuso. Y nuestra mente tiene un límite…
Para que el impacto permanezca en el recuerdo, necesita algo más: requiere emoción. Y ésta es la responsable de que se creen conexiones a largo plazo, relaciones duraderas, clientes felices y sobretodo leales.
¿Y cómo damos con la fórmula mágica? ¿Hay una ecuación exacta que nos dé respuesta a esta necesidad?
Obviamente: NO. Pero hay una técnica que no falla, porque somos humanos, y no hay emoción que no llegue a través de nuestros sentidos (vista, tacto, oídos, olfato, gusto). Por lo tanto, para llamar la atención de tus futuros y felices clientes debes hacer uso de éstos, para darles mucho más de lo que ellos esperan. Los sentidos que tu decidas implicar en tus acciones comunicativas (talleres, eventos, o campaña de comunicación) deben estar impregnados de aquellas sensaciones que transmite tu marca -si no sabes cuáles son, ya tienes trabajo, porque es clave saber a qué sabe tu marca-.
Este dato extraído de un estudio llamado Multisensorial Experimental Marketing por Eventige Media Group en 2012. Indica el índice de recuerdo que una persona retiene una vez ha experimentado con alguno de estos sentidos.
¿Te sorprende el resultado?
Si deseas mantener la atención y sobretodo el recuerdo de tus posibles clientes empieza a introducir actividades en las que los sentidos tengan un papel fundamental. Olvídate del impacto (en el caso que no te funcione) y apuesta por la emoción, la conexión y el recuerdo… sin duda generarás lazos a largo plazo.
¿Qué recuerdos olfativos te vienen a la mente? ¿Cómo puedes aplicarlo a tu próximo evento?
Gemma | MYEVENTCONCEPT
Desde hace 9 años, Event Planner & Designer y experta en comunicación corporativa estratégica. Mi objetivo es ayudar a pequeñas empresas y particulares a organizar eventos únicos y con valor añadido, es decir: únicamente aquellos que merecen ser recordados y que te diferenciarán del resto.