Ya conocemos lo beneficioso que puede ser hablar en dos lenguajes al bebé, ya que el bebé aprende estos dos idiomas y además le beneficia a nivel mental y con una apertura mental que le ayudará a lo largo de la vida. Ser bilingüe será muy beneficioso para el bebé de cara al futuro, como lo es en el presente, siendo algo interesante para personas que están en otros países distintos al suyo y quieren enseñar a los más pequeños su lengua natal además de enseñarle la que necesitan en ese momento.
Lo primero que hay que saber es que no se deben mezclar lenguas, primero que no se deben mezclar en la misma conversación pero es que además no se deben mezclar en la misma persona. Por tanto, lo ideal es que cada persona le hable una lengua, siendo el caso más ideal en el que el padre habla al bebé en una lengua y la madre en la otra, en la que se sientan más cómodos cada uno. Esto es algo que hacen muchos padres, sobre todo si están en un país distinto al natal.
Está técnica es más común de lo que parece, de hecho tiene el nombre de OPOL, One person one lenguage “una persona una lengua”.
Entre sí y con otras personas, los padres, o incluso padres y abuelos, pueden hablar en el idioma en que quieran y se sientan más cómodos, sin embargo a la hora de dirigirse al más pequeño o cerca del pequeño deben hablarlo en la lengua asignada.
El bebé o niño puede empezar a mezclar lenguas en ocasiones, sin embargo es algo pasajero y normal ya que con el tiempo acabará a diferenciarlas y a conocerlas a la perfección. Además, cuando aprenda y amplíe el vocabulario las manejará a la perfección.