Las imágenes juegan un papel fundamental en el aprendizaje de tu hijo. Su cerebro se desarrolla a gran velocidad, permitiéndole la mejora de la memoria a largo plazo y la imaginación. Las imágenes son importantes para la memoria y para los juegos de interpretación, y por eso los libros de imágenes son tan importantes. Tu hijo es capaz de percibir pequeños detalles de una página, y de reconocer muchas más imágenes que antes. Su memoria aún está en desarrollo y su capacidad de atención es aún pequeña, de modo que su apetito de repetición será insaciable.
Si a tu hijo le gusta un cuento, querrá volver a escucharlo.
Y lo asociará con la diversión y con estar contigo
Los libros de imágenes ofrecen grandes oportunidades para el aprendizaje y favorecen la familiaridad con las palabras y los sonidos, además de ser un gran material para estimular la imaginación. Puedes animar a tu hijo a que encuentre objetos en la página, y preguntarle qué ve y qué le gusta más, o menos. Cuando le cuentes un cuento, deja un espacio en blanco para que él lo rellene. El lenguaje descriptivo para describir las imágenes (centrándote en las formas, colores y tamaños, así como lugares) animará a tu hijo a desarrollar las palabras que describan lo que ve, y así podrá sustituirte como narrador.
Los cuentos de imágenes conducirán a tu hijo al aprendizaje de la lectura y la escritura. También constituyen la oportunidad perfecta para observar el desarrollo de la personalidad de tu pequeño, y hacerte una idea de su visión del mundo.
Libertad para aprender
A esta edad, las actividades ideales para tu hijo son las que estimulan el desarrollo de una gran variedad de habilidades e intereses. Empezará a desarrollar sus preferencias, pero es demasiado pequeño para dejar de probar cualquier cosa nueva.
Fomenta el "juego caótico" Deja que tu hijo explore texturas, formas, colores y su mundo imaginario. No sólo le ayudará a desarrollar sus habilidades motoras (sujetas lápices, quitar tapas de tarros y tapones de tubos) sino que también lo "soltará" para que aprenda a expresarse. Más adelante, llegará el momento de enseñarle a limpiar, aunque no hasta que termine de jugar.
Evita juzgarlo Los niños de esta edad son demasiado pequeños para "hacerlo bien". Lo importante es estimular su sentido de la exploración y animarlos a que lo intenten. Aguántate la crítica y derrocha elogios.
Aprender nuevas habilidades A esta edad no hay que convertir el momento del juego en una lección práctica, pero, aún así, una pregunta, como "¿sabes dibujar una cara? despertará su curiosidad y te permitirá enseñarle una nueva habilidad. Permítele asimilar las ideas a su ritmo.
Olvida el libro de normas Los niños no necesitan conocer las reglas de los juegos, ni el hecho de que los rompecabezas deben empezarse por las piezas de las esquinas.
Empieza por lo clásico No olvides que lo último en juegos suele tener por objetivo el beneficio del fabricante más que el bienestar de tu hijo. Gran parte de la diversión consiste en inventar tus propios juegos, rimas, juguetes y cuentos. Los niños poseen muchas ideas sobre cómo deberían ser las cosas. Algo que hayan creado juntos tendrá mucho más valor para los dos.
Disfruta siendo infantil Hay mucho tiempo por delante para la conformidad y la sensibilidad. A esta edad, tu hijo necesita desarrollar distintas maneras de recordar toda la nueva información. Hacer tonterías, o cosas de manera original, no sólo ayudará a estimular la memoria de tu hijo sino que le ayudara a desarrollar el arte de la expresión y el pensamiento original.
Disfrazarse es divertido La imaginación del niño constituye la base del juego creativo. Aunque tardará entre seis meses y un año más hasta que sea capaz de disfrazarse o de disfrutar fantaseando, un sombrero, una capa y una varita mágica es todo lo que necesita para convertirse en mago.
Nunca es demasiado pequeño Con tus comentarios, puedes ayudarle a comprender lo que ve y oye a su alrededor. Incluso a esta edad, puedes introducirlo en distintos estilos y ritmos musicales, dibujos y colores, plantas y semillas, y la luna y las estrellas.
Ponte a su altura Encontrarás cubos, regaderas, cucharas, tenedores y cuchillos en tamaños pequeños, baratos y de alegres colores, para que tu pequeño adquiera destreza.
Muéstrale el funcionamiento de las cosas A los niños les encanta que les enseñen, y no que les digan, cómo hacer cosas nuevas. Con ánimos por tu parte, desarrollarán la confianza para probar ellos mismos.