Hoy queremos hablar de cómo debemos afrontar los días siguientes de entrenamiento después de haber participado en alguna competición o una salida donde hayamos hecho un gran esfuerzo físico.
Es importante que tengáis en cuenta todas estas recomendaciones puesto que el organismo necesita un período de recuperación; de esta forma, el primer paso es sentir si continuamos al día siguiente con esa sensación de fatiga. Esto nos demuestra que durante el esfuerzo físico hemos llegado e incluso sobrepasado nuestro límite. Para que esto no suceda, puesto que es peligroso, debemos entrenar centrándonos en hacer ejercicios más cortos pero de mayor intensidad.
Como venimos diciendo, es probable que al día siguiente estemos completamente molidos con dolor de espalda, brazos y piernas fundamentalmente, por ello justo al día siguiente no tenemos que hacer nada, descanso absoluto. Sólamente en el caso de que estemos cansados y no agotados podremos salir con nuestra bicicleta midiendo nuestras pulsaciones sin superar en ningún momento el 65% de las pulsaciones máximas.
Durante el segundo día tras haber realizado es esfuerzo toca seguir descansando pero esta vez con la posibilidad de hacer ejercico de forma muy suave, a ser posible sobre un terreno llano y sin que el puso sobrepase el 70% de las pulsaciones máximas. Con este entrenamiento estaremos haciendo que nuestro organismo bombee sangre más rápido y eliminemos las toxinas sobrantes de nuestro cuerpo.
Ahora bien, a estas alturas del artículos seguro que muchos de vosotros os estaréis preguntando pero ¿cuándo puedo volver entonces a entrenar al máximo? Los expertos recomiendan guiarse en parte por las sensaciones que tengamos nosotros mismo; nunca antes de los dos días posteriores al gran esfuerzo. Podemos empezar saliento durante una hora y media aproximadamente sin pasar el 70% de las pulsaciones y completar el entrenamiento con una serie de estiramientos.
En ningún caso debemos obsesionarnos con volver a entrenar duro, sino que si notamos que nuestro cuerpo necesita más tiempo, hacerle caso y descansar hasta que él mismo nos los pida. Recordar que cada persona es un mundo y dependiendo de innumerables factores, el período de recuperación entre una persona y otra puede variar mucho. Es bueno evitar siempre llegar hasta ese punto álgido de máximo esfuerzo en una marcha o competición y conocer los límites de hasta donde podemos llegar siempre con ayuda de un pulsómetro.
¡La bicicleta es para disfrutarla, por lo que no pongáis en riesgo vuestra salud!