El ciclismo es un deporte que está asociado normalmente a la resistencia física. Y es cierto que la resistencia es clave en este deporte para poder aguantar un número determinado de horas encima de la bicicleta. Sin embargo, existen otros factores, como los cambios de ritmo, que también son muy importantes en cualquier disciplina de este deporte.
Cualquier persona que haya practicado cualquier modalidad de ciclismo ha necesitado hacer algún cambio de ritmo en muchas situaciones. Pensemos en los sprinters a la hora de intentar ganar una etapa. O cuando en el ciclismo de montaña nos vamos a enfrentar a una rampa con mucha pendiente. Necesitaremos hacer un cambio de ritmo y aumentar la velocidad para poder afrontarla. O simplemente cuando vamos picados con algún compañero y le intentamos dejar atrás.
Al igual que la resistencia, la técnica o la fuerza, los cambios de ritmo también pueden entrenarse. Vamos a ver cómo podemos hacerlo, pero primero vamos a ver qué sucede en el organismo cuando hacemos un cambio de ritmo.Qué le sucede a nuestro organismo cuando hacemos cambios de ritmo
Cuando aceleramos bruscamente estamos haciendo trabajar a tope a nuestra musculatura de forma anaeróbica, es decir, sin oxígeno. Por este motivo un cambio de ritmo no puede durar eternamente, sino que se producen en períodos de tiempo muy cortos.
Esto ocurre porque nuestro músculo agota la gasolina necesaria para hacer ese cambio brusco de velocidad. Esa gasolina que utiliza el músculo en estas ocasiones es la glucosa y la fosfocreatina.
Por lo tanto, para entrenar los cambios de ritmo habrá que intentar que esos depósitos sean lo más grandes posibles.
Cómo se entrenan
La única manera de entrenar un cambio de ritmo es practicándolo. Se puede entrenar directamente desde parado y arrancando a tope durante unos segundos. De esta manera estaremos acostumbrando a nuestros músculos a hacer este tipo de esfuerzos y cuando lo necesitemos podremos realizarlo con más facilidad.
También se pueden entrenar estando en movimiento mediante sprints cortos en terreno llano. Y por último también se pueden practicar como si fuéramos a atacar en un puerto de montaña. Para ello, subiendo a ritmo constante, de repente aceleraremos a tope durante unos segundos.
Fuente vídeo:
Alvaro Molinos