Revista En Femenino

¿cómo es tu ciclo menstrual?

Por Mamiclic

Una niña recién nacida tiene hasta 450.000 óvulos almacenados en sus ovarios. Cuando comienza a menstruar aproximadamente entre los 10 y 14 años, se producirá cada mes la maduración de uno de estos óvulos y saldrán de los ovarios unos 400 aproximadamente.
Los dos o tres primeros años de regla es normal que los ciclos sean algo irregulares. Transcurrido este período, los ciclos suelen volverse más regulares, hasta llegar a los 40-45 años. A partir de esta edad los ciclos se volverán de nuevo irregulares antes de que aparezca el período de la menopausia (1 año sin regla), que se produce porque los ovarios que ya no responden al influjo hormonal, y se quedarán todavía miles de óvulos en los ovarios.

¿Cuanto dura un ciclo menstrual?

El ciclo menstrual femenino dura de media 28 días, aunque también se considera normal que dure entre 21 y 35 días. Si tu ciclo es más corto o más largo, probablemente no sea normal y debas consultar a tu matrona. También deberías hacer una consulta, si sangras entre tus períodos o después de tener relaciones, si pasan más de tres meses entre periodo y periodo o se vuelven irregulares, si tienes dismenorrea o síndrome premenstrual que te impide tu vida diaria. Algunas de estas situaciones se pueden tratar con fitoterapia, homeopatía, etc.

El día que comienza la menstruación es el día 1 del ciclo. Suele durar unos 5 días aunque puede oscilar entre 3 y 7 días. La cantidad de flujo menstrual, varía muchísimo de mujer a otra. Por lo general, el 70 % de las pérdidas se producen durante los 2-3 primeros días de la regla y en los últimos días, observamos cómo la cantidad de pérdida va disminuyendo. Actualmente, algunas mujeres utilizan copas menstruales que se insertan en la vagina y recogen la sangre en lugar de absorberla. Observarás que esta sangre no está coagulada. Exentas de tóxicos, y evitan muchos picores y vaginitis que sufren muchas mujeres. Es bueno utilizar braguitas (no usar tangas) y que sean de algodón 100%. Lavarlas sin suavizante y con jabón neutro.

A partir del día 4 comienza la fase proliferativa en la que el endometrio se prepara para el posible embarazo, y que dura hasta la ovulación, hacia el día 14 del ciclo; tras la ovulación comienza la fase secretora, que finaliza cuando comienza la fase hemorrágica del siguiente ciclo, del día 14 al 28. La fase secretora es la única que tiene la misma duración en todas las mujeres, 14 días, independientemente de la duración total del ciclo (que estará en función de las fases hemorrágica y proliferativa), y durante esta fase el cuerpo lúteo se encarga de producir progesterona y, en caso de que no tenga lugar la fecundación del óvulo, degenera y se inicia un nuevo ciclo menstrual.

Las hormonas que regulan el ciclo menstrual son las siguientes:

  • Hormona liberadora de gonadotropina (GnRh), producida en el hipotálamo.
  • Hormona folículoestimulante (FSH), producida en la hipófisis.
  • Hormona luteinizante (LH), producida en la hipófisis.
  • Estrógenos, producidos en los ovarios. El más importante es el estradiol.
  • Progesterona, producida también en los ovarios.

Todo el proceso tiene su origen en el cerebro, cuando la gonadotropina (GnRh) producida en el hipotálamo viaja a la hipófisis y le ordena a ésta que libere FSH. La FSH viaja por el organismo a través del torrente sanguíneo y estimula los ovarios para que comiencen a madurar algunos óvulos. Entre 15 y 20 sacos contenedores de óvulos, denominados folículos, comienzan luego a madurar en los ovarios. Un folículo (muy de vez en cuando pueden ser dos o más) se desarrolla más rápido que todos los demás y es el que expulsa el óvulo.

Como curiosidad, los análogos de la GnRH se suelen usar en los tratamientos de reproducción asistida, para evitar que una ovulación espontánea de la mujer y ocasione la pérdida de los óvulos empleados en el tratamiento de reproducción.

La FSH también estimula los ovarios para que produzcan estrógenos. Esto hace que los óvulos maduren y que las paredes del útero comiencen a engrosarse como preparación para el embarazo, en caso que ocurriese la fecundación.

Cuando los niveles de estrógenos aumentan, la FSH disminuye momentáneamente y luego vuelve a aumentar acompañada de un importante incremento en los niveles de hormona luteinizante (LH) proveniente de la hipófisis. Es el pico de esta hormona el que desencadena la ovulación: el momento en que el óvulo más maduro sale de su saco y abandona el ovario. El óvulo es inmediatamente captado por los extremos de la trompa de Falopio.

En el ovario, el folículo ahora vacío se colapsa y se convierte en un cuerpo lúteo. Esta pequeña masa amarilla de células comienza a producir la hormona progesterona. La progesterona modifica al moco en el cuello uterino para que se vuelva nuevamente impenetrable a los espermatozoides, ya que durante la ovulación, es transparente, elástico y viscoso. Eleva la actividad basal y la temperatura corporal. Hasta el día 14 la temperatura suele ser menor de 36’9º C y, a partir de la ovulación, sube por encima de 37º C. También actúa sobre las paredes del útero, que se vuelven gruesas y esponjosas como resultado de un mayor riego sanguíneo, y así quedan listas para recibir al óvulo fecundado. Al aumentar tus niveles de progesterona, posiblemente notes tus pechos inflamados y sientas una especie de hormigueo. La hipófisis interrumpe la producción de FSH para que no maduren más óvulos en tus ovarios.

Curiosidades

Durante estas dos fases podemos pasar del decaimiento a la euforia o de la inapetencia sexual a una subida de la libido. Estos cambios son debidos a las variaciones cíclicas de dos hormonas, los estrógenos y la progesterona.

  • Los primeros días de la regla son estupendos para hacer una limpieza y una desintoxicación, así como
  • los últimos días de la regla son ideales para iniciar una dieta.
  • La segunda semana se caracteriza por un tremendo subidón de la energía. Momento para iniciar actividades y para la extroversión. Los estrógenos mejoran la calidad de nuestra piel y del cabello. La hiperactividad se refleja en que nos cansamos menos y rendimos más. La ovulación está cerca y la libido se dispara. Durante estos días es más fácil excitarse y llegar al orgasmo. Llena de energía y vitalidad, te sientes alegre, activa, y perfecta.
  • La tercera semana del ciclo menstrual, la progesterona nos produce nerviosismo, reseca la piel y nos incita a comer más. Momentos para la interiorización y la reflexión sobre las cosas y nuestra vida. Y es que, hasta que nos llega la regla, la progesterona se adueña de nuestro cuerpo.
  • La cuarta semana y última semana del ciclo, el síndrome premenstrual nos puede provocar angustia y decaimiento físico. Momentos de silencio, introspección y soledad.

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