Mejor Informado se embarcó en el emocionante mundo de la pesca deportiva en la región.
Celina Barchiesi, periodista de Prima Multimedios, se adentró en el mundo de la pesca deportiva en Piedra del Águila. Su guía para esta inmersión fue Marcos Sifuentes, un experto en la materia con nueve años de experiencia en las aguas cristalinas de la región.
El recorrido inició en la "zona 1", una denominación que va más allá de la geografía y se adentra en la importancia ecológica del lugar. Según Marcos, esta zona se ubica en el tramo del río Limay, crucial para la reproducción y cuidado de la trucha local. Es aquí donde se despliega la pesca deportiva, no solo como una actividad recreativa, sino como un acto de conservación del entorno natural.
La temporada de pesca en Piedra del Águila tiene sus límites, marcados hasta el 31 de mayo a lo largo del río, mientras que el embalse de Pichi Picún permanece abierto todo el año.
En medio de la charla, surge la pregunta por la pieza más grande capturada en estas aguas. A lo que Marcos explicó que un pescador amigo de Neuquén logró capturar una trucha de aproximadamente 7,5 kilos.
Además de las codiciadas truchas marrones, la zona alberga otras especies como el pejerrey patagónico y la perca, estas dos últimas destacándose como las únicas especies nativas en la región.
El guía resaltó la importancia de la devolución inmediata de las piezas capturadas, garantizando un cuidado óptimo de los peces y la sostenibilidad de la actividad a lo largo de las estaciones.
Marcos, es un pescador de toda la vida, una herencia familiar lo llevó a disfrutar de cada jornada junto a quienes comparten su amor por este deporte. Con una crianza arraigada en las aguas y una profunda conexión con la naturaleza, él encuentra en la pesca deportiva un equilibrio entre tradición y conservación.
¿Por qué los pescadores tienen en Piedra del Águila, una parada obligatoria?
Para los pescadores que buscan desafíos, Piedra del Águila se posiciona como un destino imperdible. La promesa de capturar las famosas marrones, de generoso tamaño y belleza singular, atrae a pescadores de todas partes en busca de esta experiencia única.
Ahora, en el mes de abril y mayo, es el momento óptimo para adentrarse en las aguas de Piedra del Águila en la búsqueda de estos enormes peces, que remontan el río en su viaje hacia la represa de Pichi Picún para preparar el desove.
La efectividad de la pesca en esta región se ve influenciada por el movimiento del agua, un factor clave que activa la alimentación de las truchas y garantiza una jornada exitosa para los pescadores. La circulación del agua, su oxigenación y la temperatura del entorno juegan un papel fundamental en el comportamiento de los peces.
Por último, Marcos nos habló de la seguridad en el río, en ese entorno dinámico, la sirena se convierte en la voz que guía a los pescadores, indicando el momento de retirarse ante posibles cambios en las condiciones del río. El respeto por las normas y la seguridad son parte fundamental de la práctica de la pesca en Piedra del Águila.