Los perros al igual que las personas necesitan un espacio creado para él, en el cual se sientan protegidos y estén seguros. Donde los cambios climáticos, la lluvia, el sol, el calor, o el frio, no alteren su cotidianidad, ocupando cada uno el lugar y el espacio que les corresponde.
En este caso nos referiremos a la caseta para perros Si tú vives en una casa con jardín lo más idóneo es que tu perro tenga su caseta colocada allí, donde él pueda jugar, corretear y a la hora de descansar o de dormir tenga un lugar en donde refugiarse, sin sufrir las inclemencias de agentes externos que lo perturben.
La caseta más adecuada.
Al momento de escoger la caseta para perro debemos tener en cuenta una serie de requisitos, la cual debe ser adecuada para él y poder moverse cómodamente.
Algo importante a la hora de la selección de la caseta, es el tamaño del perro, por lo tanto, esta debe tener la altura adecuada. Como mínimo el 25% de la altura total del animal hasta la cabeza, aunque no debe sobrepasar el 50% de ésta, para que no sea excesivamente grande donde el perro.
La caseta para perro debe permitir que tu mascota pueda dar vueltas y echarse sin que para ello toque el techo con la cabeza, teniendo que adoptar una posición incómoda para permanecer en ella, por eso el largo y el ancho debe ser iguales como mínimo, o superar la longitud del perro en un 25%.
La puerta de la caseta debe ser grande, para que el perro pueda entrar y salir sin ningún inconveniente, y debe estar colocada a un lado y no en el centro, con la finalidad de que el perro se coloque a un lado y así quedará resguardado de las corrientes de aire. Igualmente la puerta de la caseta debe superar un tercio del total de la fachada, debiendo conservar la ventilación y a la vez no debe perder calor.
Tipos de casetas.
Están las casetas que se colocan en el jardín y las que se colocan en el interior de la casa, las cuales pueden ser parques plegables o jaulas acolchadas y las de viaje.
Igualmente hay casetas de plástico y de madera, cada una con características específicas , que varían una de otra. Las de madera requieren más cuidado, porque el material es más delicado y no son tan resistentes a la humedad, son más accesibles a adquirir hongos, por ello hay que colocarla sobre una base que la separe del suelo, y la limpieza debe hacerse con trapos húmedos, todo lo contrario de la caseta de plástico, la cual se puede lavar con agua y jabón directamente.
El techo de la caseta debe ser preferiblemente de plástico, esto con la finalidad de que cuando llueva, el agua de lluvia, no forme pozos que terminarán por filtrarse al interior de la caseta, mojando al perro y este pueda resfriarse.
También están aquellas construidas de ladrillos y hormigón, debiendo tener en cuenta el diseño y estructura para que tu perro esté cómodo.
Imagen cortesía de xataka smart home (i.blogs.es/af0ed5/climateright_dog/400_300.jpg), todos los derechos reservados
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