Revista Boda

Cómo escribir e ilustrar un cuento y no morir en el intento: la edición

Publicado el 08 agosto 2018 por Laia Codina Gasión

Llegamos a la parte más importante, emocionante y gratificante: terminar tu proyecto.

Para llevarlo a cabo tocará examinar con ojo crítico las ilustraciones y confeccionar una maqueta

La maqueta hecha manualmente se considera una pre-maqueta. Aunque no es definitiva, puede ofrecernos un aspecto bastante aproximado de cómo quedaría nuestro libro publicado.

Después, con una plegadera, se doblan las páginas por la mitad, incluidas las guardas, la portadilla y la página de créditos, y se les va aplicando pegamento de barra o en spray, a una de las caras en blanco, para juntarla con la siguiente.

Una vez tengamos todas las hojas pegadas y la maqueta armada, nos aseguraremos de que todas las páginas formen un bloque con la misma medida, eliminando con un cutter y regla metálica cualquier sobrante.

Aunque el montaje de originales requiere de unos conocimientos básicos en tratamiento de la imagen y de maquetación,en Internet puedes encontrar conversores web que te agrupan las 17 imágenes que componen un álbum ilustrado de 32 páginas, en una maqueta en pdf.

Si, por el contrario, quieres crear una maqueta mucho más elaborada, lo primero que deberás hacer será escanear, retocar (trabajando con márgenes y marcas de corte)y realizar el montaje final en pdf.

1. Escaneado: escanear puede llegar a ser muy tedioso a la vez que frustrante cuando el resultado que vemos en pantalla está muy alejado de nuestro original, especialmente en técnicas delicadas como lápices y acuarelas en las que el escaneado ha obviado o quemado las texturas, transparencias y la calidez que las caracterizan.

Un buen truco para conseguirlo es escanear a bajo contraste. Haciéndolo así, conseguirás que las zonas claras y las oscuras no desaparezcan y que en las zonas intermedias se aprecien mejor todas las texturas. Aunque el resultado nos ofrezca una imagen plana y oscura, se puede retocar luego en Photoshop, incluso no ya de forma general, sino también seleccionando partes concretas de la ilustración según la necesidad.

2. Documento maestro: o primero que hay que hacer es armar un archivo "maestro" a modo de plantilla con la medida definitiva de las dobles páginas añadiéndole 0,5 cm a cada lado de margen. Situaremos esos márgenes con guías, así como la mitad de la doble página.

3. Retoque: es el momento de usar las posibilidades de retoque que nos ofrece el programa para recortar, limpiar, mover elementos, probar diferentes combinaciones de colores a través del uso de las capas, las máscaras, los filtros y demás efectos para aplicar esos cambios que habíamos detectado en la fase de evaluación.

4. Maquetación: en cuanto a la tipografía, evita la negrita y opta por una fuente fina, redonda y de tamaño grande (cuerpo 11 o 12) para que sea legible (piensa en tu público: niños de 6 a 8 años). Ubica el texto en una caja que diste, como mínimo, 1'5 cm respecto a los límites del formato.

Para crear la maqueta en pdf deberás haber guardado todas las ilustraciones finales en formato .tiff y, desde Photoshop, tienes que ir a: "Archivo" → "Automatizar" → "Presentación en pdf".

Para evitar que pese demasiado, elige calidad media (5) y te guardará un pdf a baja resolución, a 150 dpi. aprox.

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