Revista Cultura y Ocio

Cómo escribir escenas que enganchen a tus lectores

Publicado el 10 noviembre 2015 por Vivelibro @infoviveLibro
Cuando hablamos de escritura, sobre todo de ficción, podemos decir que una escena es aquel fragmento de la obra que forma una unidad menor dentro de la trama, ya sea porque tiene unos mismos personajes, ya sea porque ocurre en un mismo escenario o contiene una misma acción. Por tanto, es importante conseguir crear escenas que mantengan al lector adentrado en nuestra historia para que siga leyendo. Hoy te traemos los diferentes tipos de escenas para ayudarte a estructurar mejor tus historias y para manejar con soltura la tensión narrativa.
Cómo escribir escenas que enganchen a tus lectores
1.- Escenas de acción: Cuando hablamos de tipos de escena dentro de una historia, una escena de acción no significa que tenga que haber peleas, explosiones ni nada por el estilo. Lo que quiere decir es que nos encontramos en la que el personaje (o personajes) hacen algo con el fin de conseguir su objetivo. Por ejemplo, el héroe se apunta a clases de kárate para poder ganar la batalla final con su enemigo. Lo que sea. El caso es que tiene que suceder algo. En la escena hay un personaje con un propósito que lleva a cabo una acción. La mayor parte de las escenas que escribamos en una novela o un guión han de ser de este tipo, para que la trama avance y el lector se mantenga enganchado a la historia.
2.- Escenas de reacción: Las escenas de reacción son aquellas en las que el protagonista reacciona a algo que le ha ocurrido en la historia, mostrando al lector cómo se siente y/o cómo se comporta en esas circunstancias. Por ejemplo, el héroe que se había apuntado a clases de kárate pierde un pequeño combate y se deprime, creyendo que ya no tiene nada que hacer. Las escenas de reacción, como decía antes, ayudan a que la trama frene un poco y ofrecen un respiro tanto para el lector como para el personaje, pero no debemos abusar de ellas o la historia resultaría aburrida. Como casi todo en esta vida, el truco está en usarlas con moderación y en el momento justo.
3.- Escenas de ambientación: Por último, podemos encontrarnos en menor medida con escenas de ambientación. Son aquellas en las que se resuelve un problema ajeno a la trama principal (que no hace avanzar la historia) o se aporta información sobre el mundo en el que se desarrolla la historia. En estas escenas no ocurre nada relevante para la trama aunque nos ayudan a desarrollar mejor al personaje y su mundo. Este tipo de escenas debemos usarlas aún con mayor moderación que las anteriores, ya que no es que frenen el ritmo la trama, sino que lo detienen por completo. Puede ser un recurso interesante en algunos casos, pero analiza bien si te interesa recurrir a él. Si no es así, siempre puedes introducir la ambientación como pequeñas pinceladas dentro de una escena de acción o una escena de reacción.

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