Revista Tecnología
Velocípedo Ariel, de 1870.
Aunque existen noticias acerca dedistintos vehículos de ruedas y pe- dales construidos en Italia y Franciahacia mediados del siglo XVIII, lahistoria de la bicicleta propiamentedicha se inició hacia finales de estesiglo, más exactamente en el año 1790.
En efecto, en dicho año, mientras arreciaba la Revolución francesa, el parisino De Siorac construyóun rudimentario medio de locomoción al que bautizó con el nombrede velocífero. Dicho vehículo lo componían dosruedas unidas por medio de una recia barra de hierro, y para moverlo había que montar a horcajadas sobre la barra (sustituida posteriormente por la forma de un animal como, por ejemplo, un león o un caballo) y apoyar los pies en el suelo.La máquina alcanzó cierto éxito enParís, durante el sangriento períododel Terror. En 1818, el barón VonDrais, alemán, modificó el velocífero articulando su rueda anterior y dotándolo de un manubrio. Su máquina, llamada «draisina», alcanzó un gran éxito en toda Europa. En Inglaterra fue modificada por los mecánicos Johnson y Knight, que construyeron velocíferos más ligeros y estables, de hierro y no de madera.
El velocífero siguió siendo una especie de juguete estrambótico hasta el año 1861, cuando el invento del pedal (que actuaba directamente sobre la rueda) le convirtió en un auténtico medio de locomoción. Los
ulteriores perfeccionamientos se obtuvieron mediante la aplicación
de los cojinetes a bolas y, sobre todo, aumentando el diámetro de la
rueda anterior (velocípedos) , sobre la que actuaban los pedales.