Como estar al 100 %, ¡siempre!
En los momentos en los que tenemos “suficiente” tiempo, o no estamos muy ocupados, nos permitimos dedicar tiempo a descansar, relajarnos y practicar actividades que nos gustan o con las que disfrutamos.
Sin embargo, en el momento en el que se nos amontonan los quehaceres y comenzamos a percibir que no tenemos “suficiente” tiempo, lo primero que sacamos de nuestro día a día son las actividades con las que disfrutamos, y recortamos sin mucho miramiento el tiempo dedicado a relajarnos y descansar.
Esta última estrategia para sacar el tiempo que creemos que necesitamos nos lleva a su vez al agotamiento, al mal humor, a la irritabilidad e incluso a la pérdida de nuestra salud. Y esto se produce de una forma directamente proporcional a los recortes en el tiempo dedicado a disfrutar, descansar y llenarnos de lo que es importante para nosotros.
En el artículo de esta semana me gustaría presentar una estrategia opcional para poder hacer más sin necesidad de necesitar mucho más tiempo.
“Vísteme despacio que llevo prisa”
Esta estrategia se centra en 3 pilares:
Pilar 1: Mantener un buen nivel de energía para estar al 100% en el momento que lo necesitamos.
Para ello necesitamos saber, por un lado, qué actitudes, actividades, personas, lugares, canciones, películas, libros,…, nos dan energía y darles prioridad en nuestro día a día o en nuestra semana.
Ejemplos: ejercicio físico, dormir, tomar un café con un amigo con el que me divierto, apreciar lo que tengo, una canción que me pone de buen humor, pasar tiempo en la naturaleza…
Y por el otro, qué actitudes, actividades, personas, lugares, etc., nos consumen energía y reducirlas al mínimo.
Ejemplos: actitud de resistencia, negación o crítica, la negatividad propia o de otras personas, leer las noticias, …
Con el fin de mantener la pila llena de energía tenemos que saber de dónde recibimos energía y enchufarnos a diario con el fin de poder usar luego esa energía en las situaciones o lugares en las que la necesitemos.
Es por lo tanto, muy importante, mantener un equilibrio energético positivo para poder continuar “haciendo” en el tiempo de una forma saludable y sostenible.
Priorizar las actividades que nos proporcionan energía, aunque nos dé la impresión de que estemos perdiendo el tiempo, en realidad es un inversión energética que nos beneficiará a la hora de traer eficiencia, precisión y creatividad en lo que necesitamos hacer.
Pilar 2: Mantener la atención en el presente y terminar tareas.
Con frecuencia nuestra mente se entretiene pensando en todo lo que tenemos que hacer todavía, o en cualquier otra cosa que le parezca más atractiva o importante en ese momento, en vez de enfocarse en lo que tenemos entre manos y en pasar a la acción. Esta forma de entretenimiento de nuestra mente hace que necesitemos mucho más tiempo del realmente necesario para hacer muchas de las tareas cotidianas.
Prácticas como la meditación nos ayudan a fortalecer el músculo de la atención con el fin de mantener el foco en aquello que estamos haciendo y trabajar en serie. Cuando hacemos esto, no sólo tardamos menos en hacer lo que estamos haciendo y cometemos menos errores, sino que además tenemos la sensación de avanzar. Algo que no ocurre cuando hacemos varias cosas a la vez y tenemos la sensación de que no hemos hecho nada porque no hay nada acabado o terminado.
“Ocuparse y no pre-ocuparse”
La pre-ocupación es otro de los entretenimientos de la mente que hace que enfoquemos nuestra atención en el no-hacer y que, de alguna manera, nos retrasa en nuestras tareas. La clave en este caso está en traer la atención al presente, OCUPARSE y pasar a la acción.
Pilar 3: Trabajar o hacer desde la ilusión
Normalmente nos resistimos a aquellas tareas que menos nos gustan y las vamos retrasando y retrasando, mientras en nuestra mente sabemos que están sin hacer!
Con el fin de avanzar en estas tareas lo que podemos hacer es visualizar la tarea acabada y cómo nos sentiremos en ese momento. Conectar con la ilusión y la alegría de haber terminado una tarea que nos requiere esfuerzo o incluso valentía es como conectar con una fuente de energía que podemos emplear en esa tarea y una buena forma de motivarnos.
Si una tarea no nos gusta, nos aburre o nos atasca por miedo a hacerlo mal o por cualquier otra razón, siempre podemos buscar la energía y la motivación en la ilusión que se despierta al imaginarla acabada y trabajar desde ahí.