Revista Creaciones

Cómo evitar desperdiciar comida: consejo #1

Por Creaorden

En Agosto escribí sobre cómo la organización puede evitar el desperdicio de comida. Aquí puedes encontrar esa entrada.
En el blog Always order dessert publicaron estos tips con la misma idea y sigue el primero, con algo de comentario de mi parte y un tip mío al final.
1. Apenas llegues de comprar deja todo lo más preparado posible
Cuando vamos a un restaurant siempre esperamos que la comida salga rápido. Esto es posible porque en las cocinas de los restaurantes siempre hay una persona encargada de preparar los alimentos de su estado inicial y transformarlos lavándolos, pelándolos, cortándolos y picándolos hasta convertirlos en ingredientes listos para preparar. También deben cubrir, guardar y preparar algunos ingredientes para que estén disponibles para el momento en que se ordene el plato. Pues en tu casa, tú eres el encargado, lamentablemente. Bien, realmente no toma tanto. Calcula media hora luego de que llegas a casa.
Estas son las tareas que debes hacer cuando llegues a casa:

  • Lava, pela y corta frutas complicadas de preparar como melones y piña y los vegetales como el brócoli y el céleri. Colócalos en contenedores bien sellados. El sólo hecho de tenerlos ya listos aumenta mucho las probabilidades de usar estas cosas cuando estés apurad@.
  • Un ingrediente escencial son las cebollas picadas. Muchas de mis recetas piden media cebolla picada. Entonces adelantate y apenas llegues pica un par de cebollas y ponlas en un contenedor en la nevera y podrás hacer una tortilla o sofritos en un santiamén.
  • Lava y prepara tu propia lechuga y ponla en una bolsa de cierre hermético. Realmente aquí hay un ahorro, ya que las lechugas que vienen listas para comer son muy caras. Eso sí: si no vas a hacer esto, es preferible que compres las lechugas embolsadas a que compres la lechuga completa y nunca la uses.
  • Comprar las presentaciones más grandes de los productos ahorra mucho dinero, excepto cuando se permite que parte del queso requesón, por ejemplo, se dañe. La solución es, en esta misma media hora, dividir el queso en pequeñas porciones y congelar la mayoría para usar en el tiempo.
  • Si a veces compras fruta y luego desechas una buena parte porque nadie la toca, este paso me ha dado buenos resultados: Lava de una vez cosas como uvas, ciruelas manzanas, peras y ponlas junto a otras frutas de fácil comer (que no requieren cubiertos y se pueden comer donde sea) como mandarinas y naranjas en una fuente dentro de la nevera. Me sorprendió gratamente el hecho de que lo único que el gordo necesitaba para comer fruta era simplemente que se la pongan facilita y  cerquita de él. Ahora cada vez que cenamos saco mi fuente de fruta y veo cómo agarra con toda naturalidad fruta para el postre.

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