Revista En Femenino

Cómo evitar la desmotivación de los niños cuando los educamos

Por Siendomadres @SiendoMadres

Cómo evitar la desmotivaciónLa desmotivación, el reflexionar en negativo y la involución personal son algunos de los rasgos más típicos de las personas con pensamientos rígidos.

Según Bernardo Stamateas, autor del ibro Gente tóxica, existe un tipo de personas a las que les acompaña un constante sentimiento de culpabilidad.  Estos individuos se autoimponen normas inflexibles y principios imposibles de seguir forzándose a vivir en el fracaso continuo.  Otro de sus rasgos característicos es que retienen con facilidad los malos recuerdos y olvidan o no tienen tan presentes sus logros o momentos felices.

Muchas veces a estos hombres y mujeres les gusta resaltar sobremanera los obstáculos encontrados a lo largo del camino para justificar su falta de acción o ausencia en la toma de decisiones.

También denominados fatalistas, estos individuos creen en el determinismo de los acontecimientos sin que ellos puedan hacer nada por influir en su vida, destino, trabajo o relaciones afectivas.   No obstante, muy en el fondo saben que al presentarse como víctimas sempiternas de las situaciones,  están soltando las riendas de sus vidas y evitando comportarse como un agente activo en influyente  en el devenir de su existencia.

Para mí es clave educar a mis hijos para que no sean niños desmotivados hoy, adolescentes vagos mañana y adultos fatalistas en el futuro.  De nosotros como padres y referentes, depende que entiendan que ellos son los dueños de su vida y de su futuro.

Con ello no digo que haya personas que puedan tener buena o mala suerte, pero incluso en situaciones de inmensa gracia o de  sobrado infortunio, un sujeto seguro de sí mismo y  consciente de que es capaz de influir en las circunstancia tiene más posibilidades de solucionar sus problemas y alcanzar el éxito.

El fatalista no nace, se hace.  Y creo que es esencial motivar a los niños cuando emprenden acciones, toman decisiones y muestran la iniciativa. A mí me sucede y  desde luego es algo que intento corregir, el hecho de decirles demasiados “ooes”.  Los fatalistas aunque quieran decir “Sí” inician sus frases con un “no”.  Tenemos que hacer un esfuerzo para pronunciar más “síes” que noes” a o largo del día.

Alimentemos las ilusiones de nuestros hijos.  Alentémoslos a que consigan sus metas desde pequeños y demostrémosles que es natural ir a por lo que uno quiere, siempre y cuando no le hagamos daño a nadie.

Motivémosles desde pequeños y sentaremos las bases para el desarrollo de personas emprendedoras, responsables consecuentes y, ante todo, felices.

¿Qué hacéis  vosotras para motivar a vuestros hijos?

Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C0C


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