Revista Opinión

¿Cómo evitar la diabetes tipo 2?

Publicado el 27 noviembre 2017 por Carlosgu82

Muchos se preguntarán ¿realmente se puede prevenir la diabetes? En primer lugar debemos saber de qué estamos hablando cuando nos referimos a esta enfermedad, porque aunque el diagnóstico se realiza cuando hay un aumento de la glucosa (azúcar) en la sangre, en realidad existe más de un tipo de diabetes. De hecho existen dos tipos: la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2.

¿Qué diferencia hay entre ambas? Para comprender esto debemos saber que los carbohidratos o azúcares ingresan al organismo en forma de glucosa o fructosa.  La fructosa no necesita insulina para ser procesada. Sin embargo no es recomendable como sustituto del azúcar en los diabéticos.  La principal razón es que  no puede ser utilizada como fuente de energía por algunos tejidos,  como el nervioso. Además  que en exceso aumenta los triglicéridos y favorece la obesidad, lo cual resulta contraproducente en la diabetes.

¿Y qué pasa con la glucosa? Es la fuente principal de energía de todos los tejidos, incluido el nervioso (cerebro y médula espinal).  En algunos de ellos sin embargo, como en la grasa,  o  el músculo, necesita la ayuda de la insulina (hormona producida por el páncreas) para poder pasar desde la sangre.  Para que resulte más fácil comprenderlo veámoslo de esta manera: imagina que la grasa y el músculo tienen pequeñas “cerraduras” (receptores) donde la insulina actúa como una “llave” para permitir la entrada de la glucosa.  Así que para que este proceso ocurra normalmente se requiere que los receptores o cerraduras estén en perfectas condiciones, y que haya suficientes “llaves” (insulina) para todos. ¿Vamos bien hasta ahora? Sigamos…

Diabetes tipo 1:

En este tipo de diabetes el sistema inmunológico ataca el páncreas haciendo que no se produzca suficiente insulina, es decir, no hay “llaves” para todos, lo que hace que gran parte de la glucosa permanezca en la sangre. Es la llamada también  diabetes insulinodependiente. No es posible predecir quien va a sufrirla. Tampoco es prevenible. Por supuesto, una vez diagnosticada tanto el tratamiento (insulina), como la dieta,  son fundamentales para evitar consecuencias.

Diabetes tipo 2:

Ésta es la diabetes más frecuente. Aquí el problema está en los receptores (cerraduras), que resultan “defectuosos”. El páncreas produce insulina, pero ésta no es eficiente, por lo que el resultado es que la glucosa tampoco puede cruzar la barrera, aumentando sus niveles en sangre. Es la diabetes no insulinodependiente. Generalmente se trata con medicamentos que bajan la glicemia, dieta y ejercicio.  Por lo general este tipo de diabetes se presenta en personas cuyos familiares han padecido o padecen la enfermedad, y está muy relacionada con la cantidad de tejido graso, es decir, con la obesidad.  Éste es el tipo de diabetes que se puede prevenir.  ¿Cómo?  La alimentación debe ser  equilibrada, evitando harinas refinadas y azúcares, lo cual no significa eliminar los carbohidratos. Los vegetales frescos y las frutas son recomendables en su estado natural. Los zumos, por ejemplo, aumentan la absorción intestinal del azúcar de las frutas, aunque no se les agregue ni una pizca.  El ejercicio también es un gran aliado, porque aumenta la masa muscular, permitiendo que ese tejido utilice una buena parte de la glucosa circulante en la sangre,  favoreciendo su reducción.  Así que, si en su familia existe el riesgo de diabetes tipo 2, no dude en cuidar la alimentación, hacer ejercicio y evitar la obesidad. Reducirá sus probabilidades de padecerla.


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