Es normal que en verano y, sobre todo en vacaciones, nos volvamos más flexibles con los horarios. Visitamos otras ciudades o países, variamos las rutinas, horarios, el descanso e ingerimos alimentos diferentes. Estas alteraciones pueden ocasionarnos molestias intestinales o diarreas, sobre todo en los más pequeños.
Cólicos, dolor de abdomen o deshidratación son algunos de los inconvenientes más molestos de la diarrea, sobre todo este último, ya que en cada deposición no sólo se pierde líquido sino también sales y minerales (sodio, cloruro y potasio)
En verano los alimentos perecederos no están tan bien refrigerados, han roto la cadena de frío o se han manipulado incorrectamente, además las altas temperaturas hacen que se conviertan en un campo ideal para las bacterias que pueden alterar el equilibrio del ecosistema intestinal.
Otro factor a tener en cuenta es que, al subir la temperatura es mayor la presencia de insectos que pueden inocular gérmenes en los alimentos. Por eso es importante cubrirlos y mantenerlos en el frigorífico hasta el momento de cocinarlos o ingerirlos. Una vez cocinados, los alimentos no deben permanecer a temperatura ambiente más de 30 minutos.
En verano y en invierno son las estaciones en las que se producen más casos de diarrea infantil aguda. La rehidratación y el mantenimiento de la nutrición, especialmente en lactantes, son las recomendaciones que ofrecen los especialistas para evitar que los niños sufran deshidratación. Como consecuencia de la misma, un bebé puede perder entre un 10 y un 15 por ciento de su peso.
Para evitarlo, la reposición de líquidos es esencial y debe realizarse idealmente con suero oral, ya que contiene los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas.
Actualmente existe evidencia científica a favor de mantener la alimentación durante los episodios de diarrea, ya que favorece la recuperación de la mucosa. Una dieta normal, sin forzar el apetito, es lo más adecuado.
En la web de Ultra Levura puedes obtener más información sobre este tema, además de consejos y recetas.
Medidas para prevenir la diarrea cuando salimos de casa:
Lavarse con frecuencia las manos, en especial antes de comer.
Para los bebés que gatean, mantener limpio el suelo y lavar frecuentemente sus juguetes.
Tener especial cuidado con los productos lácteos, helados y zumos.
No compartir cubiertos y vasos.
Beber solo agua y bebidas embotelladas, no añadir hielo.
No tomar alimentos crudos ni salsas.
No consumir carnes, pescados o mariscos, crudos o poco cocidos. Mejor cocinados, recordad que el calor mata las bacterias.
No comer frutas con piel ni verduras crudas si no estamos seguros que las han desinfectado correctamente.
Cuidado con el agua usada para infusiones, habitualmente está solo calentada.
Las personas con riesgo de infecciones, debido a enfermedades crónicas, deben hablar con su médico antes de viajar y él recomendará lo más adecuado para cada caso.
Al viajar, llevar siempre un probiótico en el botiquín nos ayudará a paliar y prevenir los síntomas de la diarrea y otros malestares intestinales.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure