Los accidentes infantiles por intoxicación o ingestión de sustancias nocivas son comunes. Conviene evitar en la medida de lo posible sustos innecesarios y mantener alejados de los niños o bajo llave los siguientes productos, asegurándose de que no puedan alcanzarlos de ninguna forma posible cuando estén solos.
- Medicamentos
- Productos de limpieza
- Productos de jardinería e insecticidas
- Pinturas y disolventes
- Combustibles
- Productos cosméticos y de droguería
- Bebidas alcohólicas
Además, muchos de los envases de estos productos tienen colores fuertes y vivaces, que provocan la curiosidad de los niños. Las pastillas y medicamentos son especialmente peligrosos debido a que pueden confundirlos con dulces o golosinas.
Como norma de precaución, tenga a mano el número de teléfono del servicio de toxicología de su lugar de residencia, así como el de urgencias médicas.
Es importante que guarde los productos tóxicos en su envase original y no en botellas comunes que puedan causar confusión aunque les ponga etiquetas.
Nunca deje los medicamentos en la mesita de noche si hay niños en casa. Tenga especial cuidado con el botiquín, no lo deje abierto o en lugar accesible.
Recuerde que no siempre está indicado inducir el vómito. Si el producto es abrasivo puede lesionar de nuevo los conductos. Siga las indicaciones del servicio de toxicología.
Un gran número de prohibiciones no es efectivo. Procure que el niño aprenda de forma progresiva a distinguir y manejar los objetos peligrosos.
El mayor riesgo de intoxicación lo sufren los niños varones de uno a tres años por ingestión de algún producto de limpieza almacenado en la cocina, el cuarto de baño o la sala de estar.