Revista Coaching

Cómo Evitar Problemas de Sueño y Depresión

Por Sedona
Cómo Evitar Problemas de Sueño y Depresión
El Sueño es una de las áreas menos investigadas en general  en el mundo de la psicología, aunque lo cierto es que el sueño representa un papel mucho más importante en nuestra vida, y sobre todo de nuestra salud de lo que se sabía o pensaba.

Joe Griffin, un psicólogo irlandés, lleva más de 30 años investigando los efectos y las características del sueño y su influencia en nuestra salud emocional, y por tanto mental. Sus investigaciones las ha integrado en una corriente de la psicología que es la más efectiva de todas las corrientes terapéuticas psicológicas existentes, como prueban los estudios realizados en Gran Bretaña y publicados en distintas prestigiosas revistas científicas y tengo que decir que tiene el mejor enfoque educativo que he visto en ninguno de los cursos y universidades en las que he estudiado, incluido el Teacher’s College de la Universidad de Columbia.Uno de los pilares de esa corriente psicológica es la importancia del sueño. La razón es que es un funcionamiento alterado del sueño el que junto con un acontecimiento desencadenante puede generar una depresión. Quiero decir que sin una modificación o un desarreglo en la función del sueño, nunca tendríamos depresión, o en su etapa inicial ansiedad.FUNCIÓN DEL SUEÑO: DESCARGA EMOCIONALLa razón es que el sueño juega un papel de descarga emocionalvital. Es nuestro descargador emocional por excelencia, nuestro Método Sedona natural. Durante la fase REM del sueño, la llamada fase de movimiento rápido de ojos (Rapid Eye Movement) es la fase en la que se lleva a cabo esta función. La otra fase del sueño llamada SWS (Slow Wave Sleep o sueño de ondas lentas) es la fase en la que nuestro cuerpo segrega la hormona del crecimiento (HGH) que nos permite reparar y regenerar nuestro organismo, y por tanto levantarnos descansados. EXPERIENCIAS RECIENTES CON CONTENIDO EMOCIONAL, NORMALMENTE DE CONTENIDO NEGATIVO QUE PASARON DESAPERCIBIDAS O QUE NO SE RESOLVIERAN. Imagina por ejemplo que tu jefe te echa una bronca monumental de manera injusta, y en lugar de contestarle, de realizar alguna acción, como te gustaría, te quedas callado o aceptas lo que te dice. En realidad, a lo mejor, te gustaría contestarle apropiadamente, pero no lo haces. Esa situación, con contenido emocional quedaría atascada como contenido emocional no resuelto, en forma de una serie de reacciones químicas en nuestro organismo que nos preparan para luchar o huír, y que si no llevamos a cabo esa lucha o huída dejan nuestro sistema nervioso autónomo en modo activo, a la espera de que se lleve a cabo la acción. Esta situación no resuelta para nuestro cerebro ni para nuestro sistema nervioso autónomo a su vez influiría y cambiaría nuestra interpretación de la realidad, por eso durante el sueño, en forma de metáfora para no sobrecargar a la mente consciente, realiza una descarga imaginaria, en forma de un sueño en el que realizamos una acción metafóricamente parecida a la que no hemos llevado a cabo y en la que cierra el ciclo de la situación de una forma que parece real, y que para el cerebro lo es, aunque nosotros sepamos que no. Entonces puede almacenar la situación que pasó durante el día como un recuerdo normal y corriente, conectándolo con otros recuerdos y quitándole parte de la importancia que tuvo para nosotros en el momento. Así podemos pasar de tema. Si no tuviera lugar esa desactivación del sistema nervioso central durante el sueño las situaciones en las que no se ha actuado o se ha reprimido una acción se acumularían cambiando la forma en la que reaccionamos a los impulsos, y por tanto dudaríamos mucho ante situaciones similares produciendo situaciones conflictivas en las que el instinto no podría actuar.¿Qué pasa si nos preocupa mucho lo que pasó? ¿Si pasamos horas rumiando lo que pasó y lo que debimos haber hecho o dicho? Que si nos torturamos lo suficiente podremos incluso perturbar el sueño. Entonces la etapa de sueño REM se ve sobrecargada y empieza a durar más de lo normal, en un intento de “descargar” todo el material emocional, el que hubo, y el que hemos añadido en nuestra rumiación, en la que seguro que habremos recordado situaciones incómodas pasadas más o menos relacionadas con lo que pasó. Al durar más de lo normal le quitamos tiempo al no menos valioso sueño de ondas lentas, el reparador y el que recarga nuestras pilas. Y al día siguiente nos levantamos cansados, porque no hemos dispuesto del descanso que necesitamos.Si queremos tener una buena calidad de sueño el principal requisito es no preocuparse. Cómo Evitar Problemas de Sueño y DepresiónPor supuesto no preocuparse no es tan fácil como la psicología pop y algunos artículos simplistas proponen. Si no preocuparse dependiera sólo de nuestra voluntad nadie estaría preocupado, ya que a nadie le gusta preocuparse (por regla general). Tenemos que tener en cuenta que es la emoción que se generó en el incidente la que genera los pensamientos rumiativos. Aunque muchos psicólogos y corrientes psicológicas siguen pensando que primero viene el pensamiento y después la emoción, la ciencia a través de resonancias magnéticas nos ha demostrado que primero aparecen las emociones, después cuando el área emocional del cerebro está activada se empiezan a generar los pensamientos. También es verdad que es más fácil parar los pensamientos rumiativos (por ejemplo buscando ejemplos que los contradigan) que la emoción en sí. Pero si la emoción la descargamos acabará el ciclo y nuestro sueño será reparador, en lugar de tener que procesar la situación de forma proporcional a la cantidad de rumiación y preocupación y ansiedad que estemos sintiendo.¿QUÉ PUEDES HACER? SOLUCIÓNLo mejor es plantear la situación como si fuera un problema, es decir, con objetividad (al menos con tanta como puedas teniendo en cuenta que las emociones nos hacen ser subjetivos). 1.   Escribe lo que pasó. Sé específico, intenta escribir todos los detalles que puedas recordar. La expresión de la cara de las otras personas involucradas, sus reacciones, sus gestos, dónde estabas, qué hora era, qué habías hecho antes y qué hiciste después.

2.   Escribe lo que no pasó pero te gustaría que hubiera pasado. Aquí sé tan explícito como puedas, imagina qué te gustaría haber hecho, qué te gustaría haber dicho, con qué tono de voz, la cara que pondrías, la cara que pondría la otra persona si se lo hubieras dicho, si no se te ocurre cómo podría ser invéntalo, y si no te gusta el resultado cámbialo.
3.   Escribe cómo te sentirías después. Con pelos y señales, si no sabes qué escribir imagina que te sientes bien, liberado, y escribe todas las sensaciones físicas que sentirías en ese estado emocional. Qué pensamientos tendrías. Cómo hablarías a otras personas después. Qué opinión de ti mismo tendrías. Qué es lo que has hecho mejor en la situación.
4.   Analiza qué emoción sientes después del proceso: alegre, fuerte, triste, ansioso, etc. Y si la emoción que sientes es negativa usa la Técnica Básica del Método Sedona para soltar y descargar la emoción. El proceso acaba cuando la emoción negativa ha desaparecido y te encuentres relajado y en paz, esa es la señal de que has soltado todo. Mientras, cualquier, por pequeña que sea, sensación de alivio, indicará que estás soltando la emoción. 

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