Revista Filosofía
Evolucionar psíquicamente es no adaptarse psíquicamente a un lugar, a una única forma de vivir diaria. La humanidad necesitó vivir una constante inadaptación psíquica, que continuamente, día a día, era un infierno, con continuas disputas y luchas internas, para así lograr no adaptarse a una única forma de vivir. Pero al mismo tiempo de vivir un infierno debíamos mantenernos unidos ya que vivir en comunidad era necesario para la supervivencia. De esa manera se desarrollaría el cerebro y evolucionaríamos psíquicamente sin cesar.
Esa forma de vivir, con constantes enfrentamientos entre nosotros mismos es lo que experimentamos también en la vida actual. Pero al estar actualmente más civilizados por estar más evolucionados, esos enfrentamientos cotidianos, son más verbales que físicos; pero no dejan de ser los inductores de una constante transformación psíquica emocional.
No hay duda, la evolución psíquica tuvo que tener un empuje psíquico continuo, y que mejor empuje evolutivo que sufrir psíquicamente todas las continuas disputas psíquicas a la que nos veíamos sometidos continuamente debido a la dura vida diaria. Además esa forma de evolucionar psíquicamente hasta los niveles humanos actuales, es la única forma posible de poder evolucionar.
Después de adaptarnos a las continuas disputas diarias que sucedían continuamente, necesitábamos permanecer unidos; lo cual nos permitía que al mismo tiempo de ser muy antisociales entre nosotros mismos, también fuésemos muy sociales entre nosotros mismos. Al mismo tiempo que sufríamos las continuas luchas internas no teníamos más remedio que doblegarnos a nuestros semejantes para poder convivir de la mejor manera posible, pues eso era necesario para la supervivencia.
Esos continuos cambios psíquicos diarios nos producían unas permanentes transformaciones psíquicas, una permanente evolución de las emociones. Sólo aguantarían los psíquicamente más fuertes; los más acostumbrados a esas disputas o maldades y los más adaptados. Lo cual sería bueno para la supervivencia y para la evolución psíquica, ya que esa selección permitía que los más adaptados pudiesen procrear y así poder transmitir hereditariamente sus adaptaciones.
Evolutivamente hemos transformado gran parte de esa constante opresión psíquica a una necesidad constante de aprender, lo cual es una forma de obligarnos a sufrir psíquicamente para poder continuar evolucionando sin cesar. Aunque muchos no soportan esa vida y optan por dejar los estudios y buscar otras clases de vidas más placenteras. Imagínense ustedes como sería ese sufrimiento psíquico en otras etapas evolutivas en las que no estábamos tan adaptado a necesitar aprender constantemente. En otras épocas en donde no existían los libros pero que era necesario aprender de la vida para que el psiquismo pudiese continuar evolucionando.
Todo ese martirio psíquico necesario para la evolución psíquica, permitió que la maldad fuese el pilar necesario para la evolución psíquica. Teniendo en cuenta que nos referimos a una maldad positiva, o sea a una maldad que por no ser excesiva es positiva. Nos referimos a la maldad que podemos ejercer en los demás, o que los demás pueden ejercer sobre nosotros; ya sea por envidia, por celos, por necesidades de superación, por amor, por desprecio, etc. siempre y cuando esa maldad no supere los grados peligrosos de maldad, esa maldad que convive diariamente con nosotros y que nos obliga a pensar más, a buscar soluciones a los sufrimientos psíquicos, esa maldad nos posibilitará ejercitar la mente, y eso es evolucionar psíquicamente.
Antiguamente, al no existir los libros ni las posibilidades actuales de poder estudiar, la evolución psíquica se basaba casi totalmente en esas maldades descritas. No es por casualidad que se nazca con cierta dosis de maldad, pues esa maldad, en sus dosis adecuadas, ejercía en los demás esa necesaria evolución psíquica. Se nace evolutivamente con esa maldad necesaria para evolucionar psíquicamente; con lo cual era positivo practicar esa maldad positiva con los demás y así crear un ambiente de maldad positiva que obligaba a que la humanidad pudiese continuar evolucionando psíquicamente. Ya que esa maldad psíquica que sufríamos nos hacía ser más duro, nos hacía pensar más, nos obligaba a buscar salidas, nos inducía a desarrollar las emociones, etc. y todo eso era bueno para nuestra supervivencia y para nuestra constante evolución psíquica. De esas repetidas formas de vivir, negativas y positivas, hereditariamente se solía nacer con ciertas dosis de maldad, con dosis adecuadas de egoísmos, envidias, celos, odios, etc. sin llegar a nacerse con una maldad excesiva que pudiese ser un gran peligro para la humanidad; salvo excepcionales nacimientos que siempre los ha habido. De todo esos tipos de maldades psíquicas, han derivado todo tipo de emociones, que a su vez ha permitido que nuestro psiquismo sea cada vez más complejo.
No se puede vivir sin maldad, ya que la maldad fue y será siempre el motor de la evolución psíquica, siempre que esa maldad no sea una maldad excesiva que pueda provocar un delito. Sin embargo no todo es maldad natural, la vida puede inducir a que se pueda adquirir otros tipos de maldades o se pueda potenciar la maldad natural. O todo lo contrario; a que una persona muy malvada pueda acabar sus días arrepintiéndose y transformándose en una persona bondadosa.
¿Cómo se logra esa no acomodación psíquica?: Lógicamente incomodándose psíquicamente de una manera constante. De una manera diaria, para que así, mediante la repetición diaria, se pueda memorizar las costumbres y así poderlas adoptar y transmitirla a través de las herencias; y que los herederos puedan continuar experimentando parecidas costumbres para también poderlas transmitir a otros herederos, y así sucesivamente; lo cual es lo ideal para que no se pierda esa permanente evolución psíquica.
¿Y cómo se puede experimentar y adoptar una no acomodación psíquica?: Es posible que puedan existir varias formas; pero todas estarán relacionadas con un constante sufrimiento psíquico que obligue a que el que los sufra pueda incomodar constantemente su mente, o lo que es lo mismo pueda evolucionar psíquicamente. Y que este sufrimiento psíquico sea sufrido por todos los de la misma especie, de una forma reiterada para que se pueda adoptar y se pueda heredar a los posibles herederos; los cuales también deberán experimentar parecidos sufrimientos psíquicos, o costumbres, para que así la evolución psíquica pueda continuar su imparable proceso evolutivo. Ese constante sufrimiento psíquico es el que experimentó y experimenta la humanidad para poder ser humanidad.
Registrado en Safe Creative el 25/06/2012 Autor: Salvador Sánchez Melgar Http://www.articulosnuevos.blogspot.comPensamiento, ciencia, vida, alma, ideas nuevas, inventos nuevos, articulos nuevos, ciencia ficción, poesías, filosofía, Universo, esencias, la nada, inteligencia, artículos, ciencia, memoria, robot, cerebro, humano, inteligencia artificial