Cuando estamos haciendo una ruta con nuestra bicicleta de montaña y nos disponemos ha hacer una bajada con una fuerte pendiente nos encontramos con varios tipos de bikers, los que realmente disfrutan muchísimo de este tipo de terrenos, ya que disponen de muy buena técnica y bajan a tope, y luego están los bikers más miedosos, que bajan mucho más despacio y con mucha precaución, y posiblemente abusando de los frenos, o no utilizándolos de la manera más correcta.
Desde marchas y rutas queremos daros una serie de consejos sobre cómo frenar correctamente, aunque si bien es cierto que hay unas pautas generales, cada biker tiene su propia técnica de frenado con la que se siente más seguro.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es llevar las manetas de los frenos colocadas correctamente, en una posición en la que nos encontremos cómodos. Hay algunos bikers que prefieren llevar la maneta relativamente alejada del puño y otros que la llevan muy pegada, depende de cada uno.
Otra de las claves es la posición corporal. Debemos estar relajados, con los brazos flexionados, ya que de este modo amortiguaremos las irregularidades del terreno, y también deberemos tener siempre encima de la maneta de freno uno o dos dedos, para poder accionar el freno de forma rápida, y el resto de la mano bien agarrada al puño de la bicicleta.
Otra de las claves que tenemos que tener en cuenta a la hora de frenar en una bajada es que no podemos estar frenando siempre. Si frenamos de manera continua durante mucho tiempo lo que conseguiremos es que se calienten en exceso los discos de freno y pierdan eficacia. Incluso corremos el riesgo de que si el sobrecalentamiento es muy excesivo nos quedemos sin frenos, y entonces si que tenemos un problema.
En cuanto a la frenada en sí, tenemos que tener en cuenta que si la bicicleta lleva tanto freno delantero como trasero es porque ambos tienen utilidad. Comentamos esto porque hay muchos bikers que consideran que el freno delantero no debe utilizarse ya que si frenamos en exceso podemos salir volando por delante de la bicicleta. Evidentemente si frenamos en seco con el freno delantero esto puede ocurrir, y por ello hay que utilizarlo con tacto y de forma suave. Tenemos que tener en cuenta que realmente el freno delantero es el que controla la inercia de la bicicleta y el que nos va a permitir detener la bicicleta. Con el freno trasero lo que vamos a conseguir es disminuir la velocidad de la bicicleta y apoyar al conjunto de la frenada. Tenemos que tener en cuenta también que si frenamos en seco con el freno trasero la rueda derrapará y no conseguiremos detener la bici. Podríamos concluir, que en general el freno delantero trabajará en torno al 70% y el trasero sin embargo al 30%.
En cuanto a la frenada en sí, cuando estemos frenando con el freno delantero tendremos que colocar el cuerpo lo más atrás posible, para así desplazar el centro de gravedad hacia la parte trasera de la bicicleta y evitar que salgamos volando por delante, y también evitaremos que la rueda trasera derrape.
Cuando vayamos a afrontar una curva rápida lo ideal sería aprovechar los peraltes, si los hay en el camino, y realizar una trazada limpia. De este modo incluso evitaremos utilizar los frenos.
Sin embargo, si nos vamos a enfrentar a una curva cerrada y lenta lo primero que tenemos que tener en cuenta es que tenemos que llegar frenados a la curva, ya que si tocamos el freno delantero cuando estamos en mitad de la curva corremos el riesgo de que pierda adherencia y nos vayamos al suelo.
No obstante la frenada es cuestión de práctica y cada biker se encuentra frenando cómodo con su propio estilo.